capataz


También se encuentra en: Sinónimos.

capataz, a

(Del lat. caput, cabeza.)
1. s. OFICIOS Y PROFESIONES Persona encargada de mandar y vigilar a cierto número de trabajadores el terrateniente encargó al capataz que contratase una brigada de braceros. encargado
2. AGRICULTURA, OFICIOS Y PROFESIONES Persona encargada de la labranza y administración de las haciendas de campo. caporal, mayoral
3. OFICIOS Y PROFESIONES Persona encargada en las casas de moneda de recibir el metal marcado y pesado para las labores.
NOTA: En plural: capataces
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

capataz, -za

 
m. f. Persona que tiene por oficio gobernar y vigilar a cierto número de operarios.
Persona encargada de la labranza y administración de las haciendas de campo.
En las casas de moneda, el encargado de recibir el metal marcado y pesado para las labores.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

capataz

(kapa'taθ)
sustantivo masculino-femenino
persona que dirige y vigila a un grupo de trabajadores capataz de finca
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

capataz

, capataza
nombre masculino y femenino
aperador mayoral
Los encargados de las haciendas de campo.
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

capataz

foreman, foreman/forewoman, forewoman, bailiff, overseer

capataz

feitor

capataz

mistr

capataz

SMFforeman/forewoman, overseer
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005
Ejemplos ?
Cayé, entre risa y risa, meditaba siempre su fuga; harto ya de revirados y yoporás, que el pregusto de la huida tornaba más indigestos, deteníase aún por falta de revólver, y ciertamente, ante el winchester del capataz.
Y aun este dinero se lo colocaba el administrador o capataz de la finca, por orden de la condesa, en los bolsillos de la blusa en paquetitos pulcros.
¿Acaso la lucha por los territorios que dio comienzo a esta dura epopeya no debía decidir si el suelo virgen de los infinitos espacios sería ofrecido al trabajo del colono o deshonrado por el paso del capataz de esclavos?
Empezar por la galería de la izquierda... -Allí es fácil que se hayan refugiado -murmuró un capataz viejo-. Pero estarán hechos papilla..., espachurrados por los materiales...
ortunato Lucero, hijo de un capataz de campo y de la cocinera de los peones, se había criado en la estancia, gateando entre las patas de los caballos, con los demás cachorros, con quienes compartía los rebencazos paternos y los fondos de olla, huesos de puchero y sopa de arroz enfriada, entregados por la madre, para que les dieran, entre todos, una limpia preliminar.
Y sin haber dejado nunca el establecimiento, a los treinta años, era el capataz de más confianza que tenía el patrón, para salir a los apartes o traer alguna hacienda; pero nunca había subido en un tren, ni se le ocurría que jamás le pudiese esto suceder.
Quien sólo le viera y no le escuchara, tomárale por fiero capataz de un rebaño de esclavos, y no por el paño de lágrimas de aquella turba de afligidos.
Todo lo que imaginaban como posible o deseable era que sus empleadores los tratasen un poco mejor, unos pocos céntimos más por hora, unos pocos minutos menos de trabajo por día, o quizá meramente el despido de algún capataz impopular.
Al poco tiempo nomás el amor le picotió, y el mocito se casó con la hija del capataz; todo marchaba al compás de la dicha y del amor, y pa grandeza mayor, dios le mandó con cariño, un blanco y hermoso niño más bonito que una flor.
No pronunció palabra alguna, desenfundó su gruesa pistola y descerrajó en la cabeza del marido de Tula todos los proyectiles que cargaba el disparador. En mi calidad de capataz de descarga de otro comerciante, fui testigo del crimen.
Mas él seguía sin tino dando brida a sus locuras, y diciendo «que aventuras buscar, era su destino». Envióle a Valladolid, mas fue en la Universidad de rebeldes capataz y de zambras adalid.
-¡A la cabeza! ¡A los dos! Y un momento después surgían de un recodo de la picada el capataz y tres peones corriendo... La cacería comenzaba.