El paisajista de La Antigua por excelencia, autor del cuadro sobre el corte de café que está en el reverso de los billetes de Q50 y personaje de gran corazón, don José Luis Alvarez todavía pinta e ilumina lienzos a la edad de 93 años.
Casa Popenoe
26
ene 10
La dicha de ver a un artista trabajando
27
ene 09
¡Las primeras candelarias!
¡Wow!, estas son las primeras candelarias que veo durante esta temporada. Me las he encontrado en La Casa Popenoe, de La Antigua, en donde estoy entrevistando a personajes como Carlos Alberto Montaner, Enrique Ghersi, Martín Krause, y otros grandes del pensamiento liberal.
Las candelarias, cuyo nombre científico es Catleya Skinneri; y son propias de febrero. También son la flor nacional de Costa Rica en donde se las conoce como guarias moradas.
27
ago 07
El bacín de don Quijote
“Váyase vuestra merced, señor, norabuena su camino adelante y enderécese ese bacín que trae en la cabeza y no ande buscando tres pies al gato”, le dice el Comisario a don Quijote, en el capítulo XXII de Don Quijote de La Mancha.
Este bacín, muy parecido al que El Caballero de la Triste Figura usaba en sus aventuras se halla en la Casa Popenoe, de La Antigua Guatemala.
Lo vi ayer durante mi visita a ese magnífico lugar.
26
ago 07
El palomar y el espíritu emprendedor
Este es el palomar en la Casa Popenoe, en La Antigua Guatemala. La casa fue construida c. 1632-1636; fue destruida por el terremoto de Santa Marta en 1773; fue reconstruida por Fredrick y Dorothy Popenoe en 1929.
Este es un espacio mágico con “apartamentos” para 115 palomas mensajeras, y era un lugar de juegos para los niños Popenoe.
Anoche asistí ahí a un concierto del Dúo Similia, integrado por Nadia y Annie Labrie.
“La Casa Popenoe reta a nuestra mente inquisitiva y genera en ella preguntas sobre las ideas, la pasión, el compromiso; sobre la historia, el arte la ciencia, la belleza, la austeridad, la proporción. ¿Qué papel ha jugado cada uno de estos elementos en el desarrollo humano y en el desarrollo de la civilización?”.
En 1937, Louis Adamic escribió: “He aquí lo mejor del hombre: el constructor, creador; el reconstructor, recreador, que no lucha contra sí mismo, sino contra un adversario más porderoso. La naturaleza le impuso un reto destruyendo su obra; él lo aceptó y levantó de nuevo la casa, quizás mejor que nunca, desafiando a los elementos. Nos encontramos frenta a frente con ese dramático enigma que es el Tiempo, en el que el Hombre, indefenso, participa de manera profunda”.