MEDIO AMBIENTE
Medio Ambiente
Día Mundial de los Glaciares

Alerta sobre la pérdida de glaciares: De los 44 que había en Pirineos en el año 2000 sólo quedan 17

Un informe de Naciones Unidas señala que las masas de hielo y nieve están desapareciendo a un ritmo sin precedentes y que estos depósitos de agua son particularmente vulnerables al aumento de las temperaturas. El declive tendrá impacto en la producción de alimentos

Vista del Parque nacional de Ordesa y Monteperdido, en Pirineos
Vista del Parque nacional de Ordesa y Monteperdido, en PirineosALBERTO DI LOLLI
Actualizado

En todo el mundo los glaciares se calientan, se fracturan y pierden superficie. Cada vez más deprisa. Así lo refleja el Informe anual sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos publicado este viernes por Naciones Unidas, que da la voz de alarma sobre la aceleración del deterioro de las masas de hielo y nieve del planeta. Los cambios en el clima, combinados con la pérdida de la biodiversidad y las actividades humanas están transformando profundamente los ecosistemas de montaña en todo el mundo.

Según este documento, el calentamiento global y la variación en los ciclos de precipitaciones en zonas de altura están provocando la desaparición de estos gigantes de hielo a un ritmo sin precedentes. Cambios que ponen en riesgo los recursos de los que dependen millones de personas.

Los expertos de la ONU subrayan que los ecosistemas de montaña controlan el 60% del flujo de agua dulce mundial. Eso implica que la inestabilidad en los ecosistemas alrededor de los glaciares tendrá un profundo impacto en la vida de más de los 1.000 millones de personas que viven en estas zonas, además de otros 2.000 millones que viven en áreas al pie de las montañas, que también consumen del agua dulce que se genera en las montañas.

De manera que un porcentaje importante de la población mundial depende de dichos ecosistemas no sólo para el suministro de agua potable sino también para higiene y producción local de alimento. Además, estos ecosistemas aportan productos únicos, como plantas medicinales. El informe señala que la mitad de los habitantes de comarcas montañosas en países en desarrollo ya sufren inseguridad alimentaria, que se verá agravada a medida que se amplifiquen los efectos del cambio climático. Y apunta que las mujeres y los niños son los más afectados.

"Más allá de las estadísticas y los gráficos —que son cruciales porque es realmente muy importante seguir vigilando lo que ocurre para poder anticiparnos a estos cambios— es también una historia de hombres y mujeres, la historia de comunidades extremadamente vulnerables. La vida, tal y como la conocen, está asociada a estos glaciares", señaló la glacióloga francesa Heïdi Sevestre durante la presentación del informe. "La desaparición de estos glaciares no es sólo una cuestión de hielo, no es sólo una cuestión de agua, es también una pérdida de referencias, es una pérdida de identidad"

Los glaciares no suponen el único ejemplo de transformaciones abruptas en los ecosistemas de montaña. En muchas regiones los cursos de agua dulce dependen de la nieve que se funde en las montañas, donde se ha depositado en forma de nieve o del hielo que ha quedado almacenado en los glaciares. Los cambios abruptos que viven los sistemas climáticos mundiales están modificando la cantidad, frecuencia y regularidad de las precipitaciones, afectando también a la disponibilidad del agua.

"Para un glaciar, es importante tener nieve, es decir, precipitaciones en forma sólida, pero también el hecho de poder conservar esta nieve incluso durante los períodos calurosos", explicó Sevestre. "El otro ingrediente es la temperatura y hoy estamos viendo veranos dramáticamente calurosos en estas montañas. Los glaciares perderán su capa de nieve y se derretirán cada vez más. Y aunque las precipitaciones pueden aumentar en ciertas regiones, cuando éstas se producen en forma de lluvia [y no de nieve] es algo terrible para los glaciares, porque acelera drásticamente el deshielo".

Este declive tendrá consecuencias para la producción global de muchos alimentos. El documento de Naciones Unidas señala que dos tercios de la agricultura de regadío en el mundo se verán afectados por el deterioro de los glaciares y por el descenso general de las precipitaciones en áreas montañosas. Además, estos ecosistemas son claves en sectores como la ganadería, la industria maderera, el turismo y la producción de energía hidroeléctrica. Por ejemplo, en regiones como los Andes, un 85% de la energía eléctrica tiene este origen.

Reducir las emisiones

Como en otros problemas medioambientales ligados al cambio climático, los expertos señalan que la capacidad para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) marcará el ritmo del declive de los glaciares y los ecosistemas de montaña. Se estima que, incluso con las mejores previsiones de los objetivos del acuerdo de París (limitar el aumento de las temperaturas a un 1,5º), alrededor de la mitad de los glaciares desaparecerán antes del final de siglo. En caso de aumento más severo de las temperaturas mundiales (hasta 4º), ligado a un posible fracaso mundial en la reducción de GEI, el planeta perdería alrededor del 80%. Además, recuerdan que los glaciares son uno de los principales contribuyentes al aumento del nivel del mar.

El pasado 23 de febrero la revista Nature publicaba uno de los estudios más detallados hasta la fecha, en el que un equipo internacional de científicos alertaba sobre la aceleración en la pérdida de masa de los glaciares. El aumento de las temperaturas globales provocó la retirada de 6,5 billones de toneladas de hielo entre los años 2000 y 2023. Y los glaciares situados en regiones de climas más templados, como es el caso de los Alpes y los Pirineos, se encuentran entre las zonas más afectadas, con una pérdida de alrededor del 40% de su masa en los últimos 20 años. De hecho, en el año 2000 había aún 44 glaciares en los Pirineos. Actualmente quedan 17 y se estima que todos desaparecerán en la próxima década.

A pesar de su importancia, los expertos de Naciones Unidas apuntan que en las grandes citas mundiales sobre el clima los ecosistemas de montaña han quedado eclipsados por otras urgencias. Naciones Unidas reclama la cooperación internacional y la puesta en marcha de estrategias de adaptación coordinadas para afrontar la crisis que se cierne sobre los ecosistemas de montaña y los glaciares de todo el mundo. Para sensibilizar sobre estos objetivos, este año se ha lanzado por primera vez el Día Mundial de los Glaciares.