Pureza deportiva en el Porsche 993

Series pequeñas, tecnología probada, dinámica deportiva y la imagen de marca exclusiva son algunas de las características que hacen que el Porsche 911 se encuentre habitualmente entre los deportivos cuyo valor se mantiene más estable. En ocasiones, los modelos fabricados entre los años 1993 y 1998 con el nombre de Porsche 993 lograban obtener como vehículos de segunda mano precios superiores a los de su sucesor, el Porsche 996. El motivo era que el Porsche 993 fue el último modelo que trasladaba a la calle la pureza deportiva de la casa Porsche representada desde el año 1963 por los primeros 911.

Reminiscencias del 911 original en el diseño del Porsche 993

Esto se logró gracias a unas dimensiones casi idénticas a las del modelo original y la misma sensación de deportivo auténtico de su interior. Estéticamente, se trató de la primera modificación clara del Porsche 911 30 años después de su lanzamiento al mercado y se plasmó en un nuevo frontal con faros ligeramente ovalados, así como en un paragolpes posterior integrado en la carrocería. Sin embargo, gracias a que las novedades ser orientaron en gran medida en el modelo original, el diseñador jefe Harm Laggay logró que el Porsche 993 mantuviera la imagen de un verdadero 911. A esto contribuyó además el clásico motor bóxer con refrigeración por aire que aún se seguiría montando hasta el año 1997 y que era el responsable del sonido característico del motor de este vehículo. De esta forma, el Porsche 993 fue el último modelo de la serie 911 que se fabricó con la típica refrigeración por aire. En la siguiente generación (Porsche 996) los de Zuffenhausen sustituyeron esta tecnología, utilizada desde el primer año de fabricación, por motores más modernos refrigerados por agua.

El Porsche 993 logra superar por primera vez la marca de los 400 CV

Al igual que su predecesor, el Porsche 993 llegó a los concesionarios en tres variantes de carrocería: coupé, cabrio y targa. Junto con los modelos Carrera de tracción trasera, el Porsche 993 también estaba disponible en versión Carrera 4, así como en versión Turbo, en estos casos de nuevo con la tracción integral introducida en 1988 en el Porsche 964. Con el modelo superior Bi-Turbo de 300 kW (408 CV), que destacaba por sus pinzas de freno lacadas en rojo y su spoiler trasero fijo, el Porsche 993 superó por primera vez en 1995 el límite de los 400 CV. Los modelos especiales de peso reducido, el Carrera RS y el GT2, desarrollaban 221 kW (300 CV). Los Porsche 993 más pequeños, con un spoiler trasero que se extendía una vez superados los 80 km/h, se equiparon hasta 1996 con un motor de 3,6 litros que desarrollaba 200 kW (272 CV). Posteriormente, éste fue sustituido por un propulsor de 210 kW (285 CV).

Con la generación del Porsche 993 el 911 se fabrica por primera vez en serie en su variante Carrera S

Después de mucho tiempo, el 911 volvió a comercializarse, en versión Porsche 993 y con esta motorización, una vez más en una variante S mejor equipada que se diferenciaba por sus aletas más anchas y por las pinzas pintadas en rojo procedentes del modelo Turbo. Los modelos S podían encargarse, de forma opcional, con tracción integral o trasera. Estos aceleraban de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos y alcanzaban una velocidad máxima de 270 km/h. En comparación, el Porsche 993 Turbo alcanzaba los 290 km/h en 4,5 segundos. Éste sólo era superado por el GT2, un modelo más ligero y que alcanzaba la marca de los 100 km/h en 4,4 segundos y su velocidad máxima era de 295 km/h. En 1997 la producción del Porsche 993 se interrumpió para dar paso a su sustituto, el Porsche 996, que presentaba un diseño nuevo y contaba con una nueva generación de motores bóxer refrigerados por agua.