Estas actividades conductoras producirán en sí mismas la necesidad de reflexionar sobre los requerimientos teóricos y técnicos que se precisan para su producción, con lo cual, se da un cambio a la enseñanza memorística de amontonados saberes lingüísticos y literarios, pues éstos aparecerán de acuerdo con las urgencias cognitivas que la misma práctica social del lenguaje en acción, exija, y como es lógico, en un orden distinto a la secuencia acostumbrada en los tratados específicos.
Acaso por eso, tales acciones con frecuencia quedan en el aire y múltiples dudas hacen su aparición al creer que revisar es reflexionar sobre la teoría que se llevó al salón de clases de preescolar...
d) Y para descubrir la capacidad creadora que cada hablante, oyente, escritor o lector ha depositado en la formulación de sus discursos y textos. Reflexionar ocasionalmente sobre la lengua, lleva a una visión atomística de un sistema de comunicación total que se diluye en banalidades, por tanto, se requiere siempre un detallado diseño que logre la asimilación de lo que se intenta que el educando aprenda a través de reflexiones estructurales-funcionales y generativo-transformacionales que sistematicen su conocimiento en pos de una mejor comunicación.
Ella, con el tono de un perfecto sofista, me contestó: -No lo dudes, Sócrates, y si ahora quieres reflexionar un poco acerca de la ambición de los hombres, te parecerá poco de acuerdo con estos principios, a menos que no pienses en lo muy poseídos que están los hombres del deseo de crearse un nombre y de adquirir una gloria inmortal en la posteridad, y que este deseo, más aún que el amor paternal, es lo que los lleva a afrontar todos los peligros, sacrificar su fortuna, soportar todas las fatigas y hasta perder la vida.
Yo he tenido la honra de ser uno de los nueve individuos elegidos de este Excelentísimo brazo para conferir con los sujetos destinados por los otros Excelentísimos brazos a fin de reflexionar, premeditar y discurrir sobre la misma Proposición, y, después de haber intervenido en muchas conferencias, prevaleciera por pluralidad de votos el dictamen que la gravedad del mal, unidos tan irreparables accidentes, es ya del todo sin remedio.
En esa época me hallaba justamente en uno de esos estados de melancolía espiritual que inducen a un hombre a mostrarse anormalmente inquisitivo sobre meras nimiedades; confieso avergonzado, pues, que me entregué a una serie de conjeturas tan enfermizas como absurdas sobre aquel camarote de más. No era asunto de mi incumbencia, claro está, pero lo mismo me dediqué pertinazmente a reflexionar sobre la solución del enigma.
De haberlo sido, de haber podido relacionar y reflexionar sobre todos los portentos que lo rodeaban, no cabe duda de que hubiese perdido la chaveta.
Como se ha dicho, la corrupción es un “cáncer” de nuestra sociedad, que vive en casi todos los espacios y niveles de la sociedad y el estado; pero valdría reflexionar; si ese cáncer en realidad ha debilitado fatalmente el proyecto de la civilización del llamado “México profundo” o es acaso que donde más se ha desarrollado es en el proyecto del “México imaginario”.
Lo árabe le atraía pero también lo israelita y por eso no comprendía como dos culturas fundadoras siempre habían estado a la greña. Él solía reflexionar que ambas se complementaban.
Claro en el otro lado siempre habrá argumentos, pero quiero reflexionar que el endeudamiento cuando es responsable, y en este caso lo fue, no es a fondo perdido.
Y tú, rival de Praxíteles y de Fidias, tú, cuyo cincel hubieran empleado los antiguos para hacerse dioses capaces de excusar a nuestros ojos su idolatría, inimitable Pigalle, tu mano tendrá que resolverse a enlucir el vientre de un mago o tendrá que permanecer inactiva. No se puede reflexionar sobre las costumbres, sin recordar con placer la imagen de la simplicidad de los primeros tiempos.
No podemos darnos el privilegio de las importaciones de lujo; no podemos en este momento, y los invito a reflexionar, darnos el lujo de irnos al extranjero, por barato que sea; es una ganancia ocasional ilusoria, transitoria, a cambio de hacerle un gran daño a nuestro país; ni idas a esquiar al norte ni idas a comprar a cualquier parte.