El Extremadura UD no pudo definir su ascenso a Segunda B en Toledo un partido en el que el equipo de Tierra de Barros le faltó claridad de cara a la meta local. La primera parte fue visitante pero no pudo llevar peligro a la meta adversaria y, ya en la segunda parte, quemando sus naves, la escuadra de Agustín Izquierdo tampoco creó excesivas dificultades a un conjunto manchego con mucho oficio y veteranía en la parte defensiva. Es más, los de la Capital Imperial pudieron sorprender a la contra pero dio por bueno el empate a cero final. Los extremeños tendrán que esperar a siguientes eliminatorias que empiezan hoy lunes con el sorteo en la Federación Española de Fútbol.

La primera mitad fue de dominio alterno con unos primeros compases favorables al cuadro azulgrana en cuanto a la posesión del esférico se refiere. Sin embargo, ambos porteros gozarían de una tarde plácida ya que no les llegaba peligro a sus dominios en un inicio de encuentro de mucha tensión. Dos saques de esquinas favorables al cuadro toledano animaron la contienda pero no surtieron efecto alguno.

El Extremadura UD movía bien el cuero en la parcela ancha e intentaba alcanzar a Copete. En una de éstas, el extremo visitante tuvo una fricción con Pedro que el público extremeño reclamó como penalti en el minuto 22. Ocho minutos más tarde, la acción polémica se repetiría en el área visitante, Alfonso de la Cruz era empujado por Rodolfo, pero la carga del almendralejense fue legal. Acto seguido, el Toledo rozaría el primer gol de la tarde en una buena jugada de Rufino por la izquierda en la que Alfonso de la Cruz controló pero no pudo concretar.

Curro fue el jugador más peligroso para el Extremadura. En la recta final del primer tiempo disfrutó de dos buenas oportunidades de gol. En la primera de ellas su disparo potente era detenido por Manolo. Y en la segunda, ejecutaría una falta al borde del área que se marcharía por encima de la portería local. Así, nos acercábamos a los últimos cinco minutos de la primera mitad, ambos equipos acumularon cierto cansancio. Al filo del descanso, Pedro se internaba por la banda derecha pero su centro no encontró rematador en Rufino para fortuna visitante.

Tras el paso por los vestuarios, el Extremadura UD volvió a su fútbol de tocar y tocar el esférico. Un sinfín de pases que tenían nombre propio en Víctor Moriano, Curro y Mario Tomé. Mientras, el Toledo esperaba atrás con futbolistas curtidos y veteranos, que sabían cuál era su función: evitar el peligro de su portería.

Fue transcurriendo el tiempo hasta que llegó en el minuto 60 hasta que el choque se rompió en mil pedazos. Agustín Izquierdo arriesgó, adelantó su defensa y presionó la salida del balón contraria. Esta decisión tuvo como consecuencia muchos huecos. Así, en el minuto 62, una penetración por la izquierda del canterano Aguirre que propició un pase de la muerte hacia atrás que Rufino, con todo a su favor, por encima del larguero.

La balanza se podía inclinar para cualquier lado. El Toledo mostró mejor condición física que su rival, sobre todo para tapar su marco. De esta forma, un clamoroso error de la zaga visitante en tres cuartos provocó una arrancada de Rufino que no concretó ante Pepe. En la jugada siguiente, al propio Rufino se le anuló un tanto por clarísimo fuera de juego.

La entrada de Aguirre perturbó la táctica extremeña, que incluso pasó a ser dominado. Aún así, la oportunidad llegaría, y llegó. En el minuto 77, una triangulación por la izquierda la terminó Copete en un disparo envenenado que Manolo desvió a saque de esquina. Precisamente de corner fue cuando los de Almendralejo apuraron sus opciones pero los lanzamientos de Curro fueron empresa fáciles para los anfitriones.

En resumen, partido igualado, poco vistoso pero emocionante. Muy deportivo con dos aficiones entregadas a sus colores y cuyo bagaje final fue justo, según lo visto los 90 minutos y teniendo en cuenta el 3-3 en el Francisco de la Hera. Resignación del Extremadura en plena fiesta toledana. La afición local despidió al Extremadura con cánticos de ánimo.