suegro


También se encuentra en: Sinónimos.

suegro

s. m. Padre del cónyuge de una persona celebró su cumpleaños con sus padres y suegros.
Gran Diccionario de la Lengua Española © 2022 Larousse Editorial, S.L.

suegro -gra

 
m. Padre o madre del marido respecto de la mujer, o de la mujer respecto del marido.
Diccionario Enciclopédico Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L.

suegro, -gra

('sweγɾo, -γɾa)
sustantivo masculino-femenino
padre o madre de un cónyuge respecto del otro Nos llevamos de maravilla con mi suegra.
Kernerman English Multilingual Dictionary © 2006-2013 K Dictionaries Ltd.
Sinónimos

suegro

, suegra
nombre masculino y femenino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

suegro

sogre

suegro

tchán

suegro

bopatro

suegro

suocero

suegro

teść, świekr

suegro

sogro

suegro

socru

suegro

svigerfar

suegro

appi

suegro

svekar

suegro

義父

suegro

시아버지

suegro

svigerfar

suegro

svärfar

suegro

พ่อของสามีหรือภรรยา

suegro

bố chồng

suegro

/a SM/Ffather-in-law/mother-in-law suegrosparents-in-law, in-laws
Collins Spanish Dictionary - Complete and Unabridged 8th Edition 2005 © William Collins Sons & Co. Ltd. 1971, 1988 © HarperCollins Publishers 1992, 1993, 1996, 1997, 2000, 2003, 2005

suegro-a

m., f. father-in-law; mother-in-law.
Spanish-English Medical Dictionary © Farlex 2012

suegro -gra

m father-in-law; f mother-in-law
English-Spanish/Spanish-English Medical Dictionary Copyright © 2006 by The McGraw-Hill Companies, Inc. All rights reserved.
Ejemplos ?
¿Por qué a esta mala persona alentáis, o qué éste sabe sino ungidos patrimonios devorar? ¿Con este nombre, de la ciudad el más opulento suegro, y tú, yerno, lo perdisteis todo?
Eustaquio intentó algunas alusiones epigramáticas acerca de algunas gentes, que tomaban una tienda por una hospedería, otras que no eran bien acogidas y que parecían débiles; por otra parte, no se atrevía a hablar abiertamente a su mujer y a su suegro para no dar la impresión de ser un hombre interesado desde los primeros días de su matrimonio, cuando realmente les debía a ellos todo cuanto era.
Le preguntó por la salud de su mujer y de su suegro y le gastó todo tipo de bromas banales, aludiendo a su estado de recién casado.
Murió su suegro y dejó poca cosa; el yerno se indignó y se metió a fabricante, perdió algún dinero, y luego se retiró al campo donde quiso explotar sus tierras.
A Méjico se trasladaron, pues, la Mariposa y el elocuente autor de sus días. El viaje fue un duelo continuado para el presunto suegro.
Aquél y no como en el pasado los relatos simples y a todas luces tendenciosos de su suegro Don Nicolás de Vedia y de su Padrino D.
En fin, mal que bien, estuvo ya la casa adornada; pero ¡oh desgracia!, mi amigo tiene un suegro sumamente gordo; verdad es que es monstruoso, y es hombre que ha menester dos billetes en la diligencia para viajar; como a éste no se le podía romper pata como al sofá, no hubo forma de meterlo en casa.
Mudó mi criado el baúl de la posada a casa de mi mujer; encerré en él delante della mi magnífica cadena; mostréle otras tres o cuatro si no tan grandes de mejor hechura, con otros tr es o cuatro cintillos de diversas suertes; hícele patentes mis galas y mis plumas y entreguéle para el gasto de casa hasta cuatrocientos reales que tenía. Seis días gocé del pan de la boda, espaciándome en casa co mo el yerno ruin en la del suegro rico.
Don Juan Teodoro Jaramillo, Juez de Bienes de Difuntos, noveno testigo, dice: "Que sabe, ha oído y entendido que el Capitán Don Agustín de Carrión Merodío y el Gobernador Don Pedro de Alarcón, su suegro, fueron de los primeros pobladores del Cerro de Oro y Villa de Zaruma, y luego el primero pasó a serlo de esta ciudad, y que los mencionados hacen el tronco del interesado, igualmente que el Capitán Salvador Román, que, habiendo servido en las conquistas de México y el Perú, fue Cabo Principal del descubrimiento y población de dicha Villa".
Era el suegro del marqués, el viejo duque de Laverdière, el antiguo favorito del conde de Artón, en tiempos de las partidas de caza en Vaudreuil, en casa del marqués de Conflans, y que había sido, decían, el amante de la reina María Antonieta, entre los señores de Coigny y de Lauzun.
Como la familia del suegro no cabía toda en el carruaje, había determinado no usarlo para conducirla a casa, sino que, en cuanto terminase la comida, entre cinco y media y seis, darían Pepito, Blanca y él una vuelta por la Quebrada-arriba, pasarían por el Parque de Bolívar, y, siguiendo por la Carretera del Norte y por la Plaza de Berrío, tornarían a casa donde ya estarían en escena las cantoras.
- Bien; estuve,cinco años empleado en la aduana del Rosario, tres en la policía, y como mi suegro, con quien vivo, se vino a Buenos Aires, busqué aquí un empleo y en él me encuentro desde que llegamos.