Tiempo tenía. Con él agarrado se tumbó en el pequeño resalte de la cuneta, y pegó la oreja a la tierra
lisa, aguardando. Dos veces saltó y se ocultó en la maleza: eran transeúntes, «gente de a caballo», un cura, una pareja a estilo de Portugal, hombre y mujer sobre una misma yegua, apretados y contentos.
Emilia Pardo Bazán
Continuación y no principio de una actitud que nos llena de goce patriótico, continuación de la jornada democrática del 23 de octubre fue lisa y llanamente la reunión del congreso de abril de 1813 y por palabras dichas por el mismo Artigas en el discurso inaugural de esa Asamblea memorable, puedo configurar fácilmente la prueba de mi aserto.
Se trataba lisa y llanamente de suscribir unas condiciones fijadas “a priori” por el Congreso de los Estados Unidos y que no pueden ser modificadas sin la conformidad del referido órgano legislativo.” “México, al encontrar insuficientemente claras algunas de sus cláusulas, no podía estampar una firma que a tanto comprometía, al pie del citado documento.
Fernando se echó a caminar melancólicamente y pronto se encontró bajo la cúpula de los árboles de corteza
lisa y dura y de otros que por un juego de luz parecían cubiertos por escamas de cobre oxidado.
Roberto Arlt
341) = Sobre una roca volcánica denominada Arca puntiaguda, no lejos de las rocas de San Martín, al borde de una parte muy lisa, se ven tres pequeñas cruces y dos flechas más marcadas.
Por eso, la alegría del primer instante no es ya tan viva a los dos minutos, al tercero se debilita más aún y al fin se diluye inadvertidamente con el estado de ánimo habitual, lo mismo que el círculo formado en el agua por la caída de una piedra acaba diluyéndose en la superficie lisa.
La acercó a su boca, le echó el aliento para calentarla y de nuevo la aplicó a la superficie lisa que se extendía entre sus mejillas; la nariz no se sujetaba de ninguna manera.
Y ya le dolía la cabeza de tanto cavilar al buen hombre, cuando penetró en la casa el tan esperado Caracoles, que a fuer de hombre no todavía del todo para el guano, habíase vestido su mejor traje: uno de pana lisa...
A la derecha se extiende una humilde y
lisa playa, cuyas menudas arenas humedece la resaca; y oculta entre dos ribazos forma una escondida cala, abrigo de pescadoras o contrabandistas barcas.
Ángel de Saavedra
Las cortinas de seda roja lisa, que bajaban del techo, se recogían muy abajo, hacia la cabecera que se ensanchaba; y nada en el mundo era tan bello como su cabeza morena y su piel blanca que se destacaban sobre aquel color púrpura, cuando con un gesto de pudor cerraba los brazos desnudos, tapándose la cara con las manos.
Pretendió después promulgar estas reformas de manera trunca, o sea, parte del texto, lo que rechazó la Contraloría General de la República. Por último, se negó lisa y llanamente a respetar la decisión del Congreso Nacional.
¿Que derecho tiene ella a sospechar de mí y a registrar mi cuarto? -Usted, señorita -suspiró
Lisa-, depende de ella... Aunque es usted la institutriz, la considera al fin y al cabo -perdóneme usted- una criada...
Antón Chéjov