La mala oclusión se refiere a cualquier grado de contacto irregular de los dientes del maxilar superior con los del maxilar inferior, lo que incluye sobremordidas, submordidas y mordidas cruzadas, lo que indica una desproporción entre el tamaño de los maxilares superiores e inferiores o entre el tamaño del maxilar y el diente, provocando un apiñamiento de los dientes o en patrones de mordida anormales, así mismo los dientes extras, malformados, incluidos o perdidos y los dientes que erupcionan en una dirección anormal pueden contribuir a la mala oclusión.
La elaboración del plan de tratamiento adecuado en un caso de apiñamiento se realiza tras decidir si la falta de espacio se puede solucionar, de manera conservadora, aumentando la longitud de arcada o si el caso requiere extracciones.
El apiñamiento inferior recidiva en la mayor parte de casos, independientemente de si han sido tratados con o sin extracciones. En los casos tratados sin extracciones, aumenta la altura facial inferior y la tendencia a la mordida abierta.
En medio del calor veraniego y sin agua, el tren tardó ocho horas en recorrer veinte kilómetros, durante las que se produjeron centenares de víctimas por el apiñamiento y la falta de agua.