Me alegré mucho al ver que la estatua de Tasso Hadjidodou volvió a su banca en la Sexta Avenida; pero…adivina qué. ¡Ya está toda rayada de la cabeza! A mucha gente le gusta la estatua -aunque le hayan puesto el color re feo que tiene ahora-; pero los niños la disfrutan muy especialmente. Mucha gente se fotografía junto a ella. Pero eso no les importa a los cafres. En anteriores ocasiones, los vándalos le han roto los anteojos al monumento y lo han destrozado. A ver cuánto tiempo dura el recuerdo de Tasso sin que vuelva a ser más dañado por los patanes que hacen ese tipo de cosas.
Tasso Hadjidodou
14
dic 13
Tasso…siempre víctima de los cafres
25
nov 12
Recuerdos de don Tasso
Nunca platiqué con don Tasso Hadjidodou a pesar de que tuve muchas oportunidades; y el viernes -que fui con unos amigos a cenar al Centro Histórico- no dejamos pasar la ocasión de tomar una foto de su estatua ya que uno de ellos es extranjero. En fin…es de ley mostrarles la estatua de don Tasso a los visitantes (aunque se halle mutilada por cafres).
La primera vez que supe de él fue cuando estaba en Quinto curso de bachillerato y Ramón Banús llegó a darnos una charla a la clase de Historia del Arte, luego de que habíamos visitado una exhibición suya. En dicha muestra había un cuadro con un personaje llamado El Tepejilote y don Tasso, que andaba por ahí (como andaba en todas partes) bromeó con que ese era su retrato.
Luego me lo encontré docenas y docenas de veces; y una de las anécdotas favoritas que estuché la contaba (y la contará) Felipe Valenzuela. Han de estar y estarán que doña Irina Darleé llevaba una orquídea en su vestido; pero seguramente de tanto saludo y abrazo que recibió en aquella ocasión la orquídea estaba aplastada. Don Tasso se le acercó y le dijo -con su acento francés característico: Irina, te desfloraron.
En fin…Tasso va a hacer falta. Como harían falta El Sobrerón, la estatua de Tecún Umán, o la Torre del Reformador.