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t=() Propiedad | Luis Figueroa CARPE DIEM

propiedad


25
sep 14

Peligrosa ley de subdesarrollo rural

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Hay dos grandes aspectos muy peligrosos en torno a la mal llamada ley de desarrollo rural (cuyo verdadero nombre debería ser ley de deterioro rural, ley de subdesarrollo rural o algo parecido).

El primero es su contenido:   La ley de deterioro rural es el fruto  de una perseverante y talentosa estrategia política.  Es la materialización de la reforma agraria, del separatismo indigenista y de otros ideales de la lucha guerrillera; ideales no conseguidos luego de miles de muertos y 36 años de enfrentamiento armado, pero relativamente fáciles de alcanzar con paciencia y con la complicidad de políticos y dirigentes oportunistas y depredadores.

Crea privilegios y condiciones de clientelismo para sectores y regiones en el contexto del comercio.  En vez de eliminiar los privilegios, que tanto daño hacen en la sociedad, la normativa los multiplica e institucionaliza.  Faculta a quienes ejercen el poder para administrar la reforma y democratización de la estructura de la tenencia y el uso de la tierra…desincentivando su concentración; y a esto, en mi pueblo, se le llama reforma agraria. Traducido, aquel texto quiere decir que los políticos y funcionarios -no el mercado, ni los actores económicos- decidirán por medio del uso de la fuerza y de la ley, quién puede tener tierra y quién no.  Ese mismo artículo les otorga los políticos y sus funcionarios la facultad de decidir qué se puede cultivar y qué no; y en dónde.  Lo tuyo ya no será tuyo, porque otros te dirán si puedes conservarlo, y otros te dirán qué puedes hacer con ello.  La ley acaba con el derecho de propiedad y lo somete no sólo a la arbitrariedad de los políticos y sus funcionarios, sino a la voluntad de la mayoría (que es lo mismo que decir a la voluntad de quien diga representarla). La ley habla de promover y garantizar la participación de la población rural en los procesos y espacios de toma de decisiones en los diferentes niveles (local, municipal, departamental y regional). Esta previsión  desnaturaliza el concepto de ciudadano, que es individual, y lo colectiviza integrándolo en dos grandes grupos difíciles de definir y por lo tanto expuestos a la arbitrariedad: población rural, y población urbana.   Además crea dos clases de personas, unos son los habitantes de las áreas rurales que tendrán el privilegio de influir directamente en las decisiones que los afecten; y otros son los habitantes de las áreas urbanas que tendrán que aguantarse con lo que les receten los pipoldermos y los grupos de interés que influyan en ellos.

El segundo es que su discusión agolpada confirma que el Congreso está legislando bajo presión y chantaje; unas veces por temor, otras veces para cosechar clientela a corto plazo, y otras veces por ambos motivos.  Como ocurrió con la mal llamada ley de telecomunicaciones (que debería llamarse ley de privilegios para los grupos dominantes en el mercado de telecomunicaciones), la aprobación de un prestmao por US$280 millones, y la ley de obtenciones vegetales, la aprobación de la ley de subdesarrollo rural hiede a legislación para satisfacer las demandas de grupos de interés específicos.  En el caso de esta última, a los mismos grupos que son capaces de desatar actos de terrorismo y de violencia extrema para impedir la contrucción de una fábrica y una carretera que beneficiará a miles y miles de personas; y cuya existencia depende de la multiplicación e intensificación de conflictos, así como de la proletarización de la clase media.  Aquellos grupos bloquean calles y carreteras, se plantan ante el Congreso, presionan al Ejecutivo y aterrorizan  a quien tengan que aterrorizar para conseguir sus objetivos.  Que en este caso es una ley violatoria de los derechos individuales, corruptora del estado de derecho, empobrecedora, generadora de enfrentamientos y enconos, y generadora de arbitrariedades.

La ley de subdesarrollo rural es tan importante para sus promotores que es un parteaguas o un punto de inflexión.  Y en momentos como este vale la pena recordar esto que escribió Ayn Rand: En todo conflicto entre dos hombres (o grupos) que comparten los mismos principios básicos, gana el más consistente. En toda colaboración entre dos hombres (o grupos) que se apoyan en diferentes principios básicos, el más maligno, o irracional es el que gana. Cuando los principios básicos opuestos están abierta y claramente definidos, eso obra en ventaja del lado racional; y cuando no están claramente definidos, sino que están ocultos, o difusos eso obra en ventaja del lado irracional.

Para conocer los grupos de conflictividad que presionan para aprobar esta legislación haz clic aquí.


22
ago 14

¡Que abunde el maíz!

 

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La legislación sobre obtenciones vegetales es la nueva manzana de la discordia entre los chapines. Su objetivo es proteger el derecho de propiedad intelectual sobre semillas u obtenciones vegetales. Aquellas normativas les reconocen –a los creadores de nuevas variedades vegetales– un derecho sobre su creación, derecho que les permite explotación exclusiva por tiempo determinado. La legislación se refiere a las variedades desarrolladas que cumplen son nuevas, distintas y homogéneas, y que sean registradas como tales. No se refiere a todo el maíz, por ejemplo. Solo al que ha sido desarrollado o creado y es nuevo, distinto, homogéneo y está registrado como tal.

En brochazos gruesos, hay dos grandes posiciones dentro de la tradición liberal: una es que la propiedad intelectual merece la protección del Gobierno porque es una consecuencia del trabajo intelectual de quienes la producen. En resumidas cuentas, el hombre tiene derecho al producto de su mente una vez este adquiere una forma material. Esta es la posición que favorece mi formación objetivista. Claro que uno no puede patentar las notas musicales, como no puede patentar los genes; pero sí puede patentar ciertas combinaciones de notas, o ciertas combinaciones de genes (para producir melodías nuevas, o semillas distintas).

La otra posición es que la propiedad intelectual es distinta a otras formas de propiedad. Por ejemplo: Puedes defender tu casa sin la intervención de esa combinación de políticos y funcionarios que llamamos Gobierno. En tu casa puedes poner una pared alta y así evitar que sea invadida, sin intervención del Estado. Pero no puedes hacer eso con tus canciones, o con las semillas que desarrollaste. Para protegerlas necesitas, inevitablemente, que los políticos emitan leyes específicas y destinen impuestos. No se puede proteger la PI sin la intervención del Gobierno. En ese sentido, el de PI se parece más a un privilegio, que a un derecho. Esta es la posición que inquieta al anarco-capitalista que hay en mí.

Lástima que la discusión no es a este nivel y que grupos interesados la han convertido en algo mitológico y barricada.

Columna publicada en El periódico.  Foto por Así es la vida.


13
mar 14

Minería, conflictos y las trampas de Ibis, GIZ y el Icefi

Según la entidad danesa Ibis, la alemana GIZ y el Instituto de Estudios Fiscales la conflittividad vinculada a la minería se arreglaría si tan sólo el estado pudiera expoliar más a las empresas mineras.

En el tema minero los ingresos fiscales son bajos en el país debido a que la legislación resulta insuficiente e inadecuada, señalan en un estudio titulado La minería en Guatemala: realidades y desafíos frente a la democracia y el desarrollo. 

El informe destaca que la actividad de exploración y explotación minera con licencias autorizadas, presentan mayores índices de conflictividad que las que no cuentan con la misma; y asegura que los conflictos más comunes son el deterioro ambiental, principalmente en términos de agua y deforestación y falta de confianza en las instituciones del Estado.

La realidad es otra: los conflictos por minería tienen sus raíces en dos temas:

1.  El hecho de que la propiedad del subsuelo no es de los propietarios del suelo; y para eso te recomiendo una conferencia de Enrique Ghersi acerca de ese tema: haz clic aqui.

2. Los designios políticos y anti-industriales de los grupos que quieren hacer la revolución por medio de los movimientos sociales.  Estos grupos viven de los conflictos y de la lucha de clases.

Ambas causales no se resuelven con la extorsión de parte de los políticos y sus funcionarios, ni con el pago de más impuestos, ni con acciones de supuesta responsabilidad social empresarial.  Se resuelven reconociéndole la propiedad del subsuelo a los propietarios del suelo (por medio de títulos de usufructo, para no caer en algún tipo de inconstitucionalidad); y se resuelven por medio de la aplicación del derecho penal vigente cuando las dirigencias revolucionarias incurran en delitos para perjudicar a la actividad minera, o para presionar por medio de acciones violentas.


5
dic 13

Saqueos en Argentina

Muertos y heridos hubo durante la oleada de robos y saqueos que sacudió a la ciudad argentina de Córdoba en coincidencia con una huelga de policías.

Tras los incidentes registrados durante la noche, las escuelas, edificios públicos, juzgados y bancos permanecieron cerrados y el transporte público, interrumpido. Muchos comercios decidieron mantener las persianas bajas para evitar nuevos asaltos o destrozos como los sufridos en las últimas 24 horas en distintos barrios de Córdoba, situada 800 kilómetros al oeste de Buenos Aires.

Esta oleada de saqueos ocurre pocos días después de la oleada promovida por Nicolás Maduro en Venezuela.

Ambos hechos llevan a meditar sobre algo que leí en Twitter: La ley de la jungla no la trae el capitalismo, sino el irrespeto a la propiedad privada.


27
nov 13

Lo tuyo, ¿es tuyo? La hipotesis de Bergoglio

No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que tenemos, sino suyos, dijo Jorge Mario Bergoglio.

La afirmación del dirigente católico recuerda el tema denunciado en El gato en la sacristía, por Francisco Pérez de Antón: Para aquella organización, ¿lo tuyo, es tuyo?

En la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, el Papa la agarra contra el mercado libre, la globalización, el crecimiento económico y el consumo.

Uno no puede estar sino de acuerdo con Bergoglio en eso de que así como el mandamiento de ‘no matar’ pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir ‘no a una economía de la exclusión y la inequidad’. Esa economía mata.  Pero de ahí a decir que no es nuestro, lo nuestro, hay mucha diferencia.  Sobre todo porque el dirigente explica que algunos todavía defienden las teorías del ‘derrame’, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Esta opinión, que jamás ha sido confirmada por los hechos, expresa una confianza burda e ingenua en la bondad de quienes detentan el poder económico y en los mecanismos sacralizados del sistema económico imperante.

Deliberadamente el jesuita le endilga al mercado libre los males que son responsabilidad del mercantilismo y del socialismo; y clama por más intervención política en la economía al asegurar que los estados tienen derecho a controlar el mercado y -en consecuencia- las decisiones y acciones de las personas: Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera. De ahí que nieguen el derecho de control de los Estados, encargados de velar por el bien común.  Me vas a decir que el Papa no sabe que el mercado financiero es uno de los más, más regulados de todo el universo mundo?

No faltará quien diga que donde Bergoglio dijo digo, dijo Diego; pero lo cierto es que no la cargó contra el mercantilismo, ni contra el socialismo, ni contra el colectivismo.  Al contrario, el Papa cree que hay una crisis del compromiso comunitario; como si la sociedad fuera una comunidad, o como si en la sociedad se pudiera vivir como en la tribu.  Bergoglio no es un curita de pueblo; y siendo jesuita uno puede suponer que ha tenido acceso a una de las mejores formaciones académicas disponibles en esta Tierra.  ¿Me vas a decir que si quisiera decir mercantilismo, o crony campitalism, no diría sólo capitalismo?  Digo…ya podría ser más preciso en beneficio de la claridad y para facilitarles la tarea a los papistas, ¿o no?

Estoy de acuerdo con decirle No a la economía de la exclusión y a la inequidad; pero hace falta un esfuerzo intelectual más consistente que el de Bergoglio.  Las economías de la exclusión y de la inequidad son la economía de los privilegios, la economía mercantilista, y la economía del intervencionismo.

El documento de Bergoglio me recordó la leccion inaugural de Oscar Rodríguez Maradiaga en la Universidad del Istmo, en 2004.  En ese documento, el jerarca dice  cosas como: que la globalización está retornando el capitalismo salvaje, y que está desmantelando así los éxitos históricos del estado del bienestar.  El cardenal lamenta que los políticos y sus funcionarios -que él llama los estados-  estén perdiendo la fuerza que y el protagonismo que tuvieron en el siglo XX.

Con respecto a si lo tuyo es tuyo, Rodríguez explica que entre las orientaciones generales que recibe la moral económica desde el criterio de la solidaridad podemos señalar las siguientes:  la comunicación de bienes y  el destino universal de los bienes.  La primera puede traducirse como el adagio que dice: de cada quien según sus posibilidades, y a cada quién según sus necesidades; en tanto que la segunda le asigna a la autoridad política tiene la facultad y el deber de regular en función del bien común el ejercicio del derecho de propiedad.  Este último criterio deja en manos del poder político la decisión de si la propiedad está cumpliendo, o no con los propósitos establecidos por el mismo poder político con un criterio de altruismo. Entendido, el altruismo, correctamente: el principio básico que supone que las perosnas no tenemos el derecho a existir por nuestro propio bien; que el servicio a los demás es la única justificación de nuestra existencia;  y que el auto-sacrificio es nuestro más alto deber moral, virtud y valor.

Por cierto…te invito a meditar: Las palabras de Bergoglio y Rodríguez, ¿animan a personajes como el padre Rojas?

Estamos marchando no sólo a la globalización de los mercados, lo que significa la concentración de la riqueza, sino a la globalización de la pobreza, dijo Rodríguez en aquella ocasión y en eso también coincide con Bergoglio…y ambos ignoran, ¿deliberadamente? la evidencia en contra.  Si tienes dudas con respecto a eso de que no es cierto que la humanidad es cada vez más pobre te invito a echarles un ojo a dos libros.

The Rational Optimist, por Matt Ridley

The Capitalist Manifesto, por Andrew Bernstein

Y mientras tanto:  tu, qué piensas…¿lo tuyo, es tuyo?


10
nov 13

¡Premio Charles L. Stillman para una de mis columnas!

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¡Por esta  columna publicada en El periódicogané el Premio Charles L. Stillman 2013 para columna de periódico!   Este es un concurso al que están invitados todos los profesores universitarios de América Latina y me siento muy honrado y agradecido porque ese artículo haya sido elegido.

El texto de la columna, titulada: Se muere el palo volador, dice así:

La presentación de la danza precolombina del palo volador está en riesgo debido a la escasez de pinos de más de 50 metros de altura en bosques comunitarios. Este hecho, culturalmente triste, expone una realidad que hay que reconocer: El sistema colectivista de protección de bosques no está funcionando y la clave está en la palabra comunitario. Lo que es de todos, no es de nadie; y por eso es que la gente derriba los árboles que son de todos para hacerlos leña.

Entre la tragedia de los comunes y la pobreza (que hace que la gente tenga que usar leña), las malas políticas económicas están acabando no solo con los árboles, sino con la riqueza cultural de la gente.

¿Sabes? Nunca he visto un palo volador de verdad; y por compromisos de trabajo no lo vi este año. Una vez vi uno de metal en el D.F. en México; pero no es lo mismo. En los años setenta fue puesto un palo volador allá por donde está la estatua de Tecún Uman al lado del zoológico La Aurora. Se lo usó y ahí estuvo por años. Lo veía todos los días porque por ahí pasaba el bus de mi colegio y siempre me llamaba la atención. Me impresionaba lo alto que era y me imaginaba a los voladores bajando de él, porque mi padre me había explicado para qué servía.

En Cubulco, este año usaron el palo de 2012 luego de inspeccionar que la humedad no hubiera dañado la base; y afortunadamente no se supo que hubiera accidente alguno. Yo espero ver el palo volador el año entrante.

Para proteger la naturaleza y la cultura hace falta sustituir el régimen colectivista que carece de reguladores de las acciones de las personas y el estatista que se basa en la fuerza, por uno compatible con la naturaleza de los seres humanos. Uno que produzca incentivos para el éxito y los beneficios; así como sanciones para el fracaso y los costos innecesarios. Nadie cuida mejor lo tuyo, que tú. H. Lepage explicó que la función social de la propiedad privada ha sido, siempre, la de asegurar el buen uso y la conservación de aquello que se considera como los bienes que en común hemos recibido como humanidad*. ¿Qué tal si probamos algo diferente para no seguir teniendo resultados tristes?

Este es el quinto Premio Stillman que recibo y estoy feliz como una perdiz.

* Bendfelt J.F.  Economía y medio ambienteCentro de Estudios Económico-Sociales, Guatemala, 1992.


2
ago 13

Se muere el palo volador

La presentación de la danza precolombina del palo volador está en riesgo debido a la escasez de pinos de más de 50 metros de altura en bosques comunitarios. Este hecho, culturalmente triste, expone una realidad que hay que reconocer: El sistema colectivista de protección de bosques no está funcionando y la clave está en la palabra comunitario. Lo que es de todos, no es de nadie; y por eso es que la gente derriba los árboles que son de todos para hacerlos leña.

Entre la tragedia de los comunes y la pobreza (que hace que la gente tenga que usar leña), las malas políticas económicas están acabando no solo con los árboles, sino con la riqueza cultural de la gente.

¿Sabes? Nunca he visto un palo volador de verdad; y por compromisos de trabajo no lo vi este año. Una vez vi uno de metal en el D.F. en México; pero no es lo mismo. En los años setenta fue puesto un palo volador allá por donde está la estatua de Tecún Uman al lado del zoológico La Aurora. Se lo usó y ahí estuvo por años. Lo veía todos los días porque por ahí pasaba el bus de mi colegio y siempre me llamaba la atención. Me impresionaba lo alto que era y me imaginaba a los voladores bajando de él, porque mi padre me había explicado para qué servía.

En Cubulco, este año usaron el palo de 2012 luego de inspeccionar que la humedad no hubiera dañado la base; y afortunadamente no se supo que hubiera accidente alguno. Yo espero ver el palo volador el año entrante.

Para proteger la naturaleza y la cultura hace falta sustituir el régimen colectivista que carece de reguladores de las acciones de las personas y el estatista que se basa en la fuerza, por uno compatible con la naturaleza de los seres humanos. Uno que produzca incentivos para el éxito y los beneficios; así como sanciones para el fracaso y los costos innecesarios. Nadie cuida mejor lo tuyo, que tú. H. Lepage explicó que la función social de la propiedad privada ha sido, siempre, la de asegurar el buen uso y la conservación de aquello que se considera como los bienes que en común hemos recibido como humanidad*. ¿Qué tal si probamos algo diferente para no seguir teniendo resultados tristes?

¡Por esta  columna publicada en El periódicogané el Premio Charles L. Stillman 2013!

* Bendfelt J.F.  Economía y medio ambienteCentro de Estudios Económico-Sociales, Guatemala, 1992.


2
abr 13

Confiscación o robo de depósitos bancarios

Cuando una banda de ladrones entra armada con fusiles a una agencia bancaria y se lleva el dinero de los depositantes es robo.  Robo, sin duda.  Y cuando un grupo de asaltantes se lleva el dinero de los depositantes, armado con una ley, también es robo. Robo, sin duda.

Ayer, sin que más de un puñado de ciudadanos le pusiéramos atención al asunto, entró en vigencia la confiscación de los depósitos de las cuentas de depósitos monetarios y de ahorro, en moneda nacional, con saldos menores a Q1,000.00 y las cuentas de depósitos monetarios y de ahorro en moneda extranjera, con saldos menores a US$125.00, que durante un período de 10 años permanezcan inactivas, con algunas excepciones.  El instrumento utilizado para esta confiscación es  el Decreto 26-2012 del Congreso, que reformó la Ley de Bancos y Grupos Financieros (Decreto # 19-202 del Congreso) y la Ley Orgánica del Banco de Guatemala (Decreto # 16-2002 del Congreso).

Este acto de expoliación legal es una afrenta contra el derecho de propiedad -que es impresctiptible por naturaleza- y se suma a la ominosa ley de extinción de dominio.  Ambos Caballos de Troya minan el derecho de propiedad con la complicidad de grupos de interés empresariales.

La excusa es que el manejo de las cuentas inactivas tiene un costo; pero en estos tiempos de computadoras y bases de datos, ¿cuántos centavos al año puede costar una cuenta inactiva?  Sin embargo, sospecho que hubo quienes se dieron cuenta de que el el Fondo de Protección del Ahorro no alcanza; y encontraron que unos millones más serían de utilidad.  De esa cuenta tomaron la decisión de acudir a la influencia y al poder político para conseguir, de los pipoldermos, una ley que los facultara a echar mano del dinero de otros.

El punto importante, sin embargo, no es el monto de lo que será confiscado (Q15.2 millones); sino la perversa idea de que se puede tomar propiedad ajena por medio de un decreto legislativo, sin indemnizar y sin respetar no sólo el derecho de propiedad, sino los procedimientos sucesorios del Código Civil, o los contratos, además de la Constitución, según la cual la propiedad privada solo puede ser expropiada por razones de utilidad colectiva, beneficio social, o interés público, debidamente comprobados, de acuerdo con los procedimientos legales.  El bien afectado debe ser justipreciado por expertos tomando como base su valor actual; y la indemnización debe ser previa y en moneda efectiva de curso legal, a menos que, con el interesado se convenga en otra forma de compensación. La Constitución prohíbe expresamente la confiscación de bienes y obliga al Estado a proteger el ahorro.

Hoy lo que se confisca son las propiedades de supuestos narcotraficantes y los ahorros inactivos de unas pocas personas.  Es la típica situación en la que los principios no le importan a casi nadie porque las acciones violatorias de los principios no afectan los intereses de muchos…ni afectan los intereses propios.  Y si los afectan, son de tan poco monto que no vale la pena molestarse.  Empero…una vez haya suficientes precedentes de confiscación de la propiedad, o de invalidación de la misma (como en el caso de la suspensión de inscripciones registrales en Izabal) ¿qué impedirá que se generalicen las confiscaciones, expropiaciones, expoliaciones y demás formas de despojo?

Lo que acaba de ocurrir con el decreto que permite la confiscación de los ahorros inactivos -en connivencia con grupos de interés empresariales- es una prueba mas de que cuando el Congreso está reunido, la vida, la propiedad y la libertad de la gente están en peligro, como dijo Mark Twain.


14
feb 13

¿Inversiónes sin estado de derecho y sin certeza jurídica?

Como en un episodio de Fantasías animadas de ayer y hoy, el presidente Otto Pérez Molina dijo que vamos a encontrar los caminos para tener la cooperación, y atender las necesidades de los empresarios, empresas y comercio que tenemos con EE. UU., para que encuentren un ambiente cada vez más adecuado para seguir con los negocios.  El Mandatario anda en España ofreciéndoles a los inversionistas un negocio de 10,000 millones de dólares.  Pérez está trabajando en un foro para atraer inversiones.

Todo aquel alboroto fantástico contrasta con la realidad que tienen que enfrentar las inversiones en Guatemala en cuanto a ausencia de estado de derecho, ausencia de certeza jurídica y ausencia de protección para la propiedad; y para muestra, lo que sigue:

En agosto de 2012, el abogado Sergio Beltetón interpuso un Amparo -en representación de varias comunidades indígenas- ante una sala judicial, contra del Registro General de la Propiedad por haber inscrito varias fincas antiguas, en 1925, sobre las cuales estas comunidades reclaman derechos ancestrales.

Intentos como estos no son algo nuevo; pero, sorprendentemente, los resultados sí.  La Cámara de Amparos, amparó provisionalmente a los interponentes; y resolvió ordenarle al Registro que suspenda las inscripciones registrales de las propiedades descritas en la solicitud de Amparo (que son varias fincas, propiedad privada, en  Izabal).

Que una sala judicial resuelva de esta manera es improcedente e ilegal, por lo que la Cámara del Agro está analizando acciones legales para defender la propiedad y garantizar que esta orden anómala no siente un precedente y no quede en firme, ya que ello socavaría  la certeza jurídica del derecho de propiedad privada y la de la seguridad registral en Guatemala; todo ello en violación de la Constitución, en perjuicio del Estado de Derecho, y eliminando toda la normativa ordinaria en el tema de propiedad, acabando con la certeza jurídica, que es uno de los pilares de la inversión y del empleo en el país.

El Presidente anda por ahí ofreciéndoles el oro y el moro a inversionistas extranjeros; pero lo cierto es que sin certeza jurídica, sin estado de derecho, sin protección a la propiedad, cualquier inversionista con dos dedos de frente haría bien en pensar dos veces si valdrá la pena tomar en serio a Pérez Molina.   Y si alguien tiene dudas, que les pregunte a las mineras, a las generadoras de energía eléctrica y a otras inversiones y emprendimientos que constantemente son víctimas de chantajes y hasta de violencia.


29
ene 13

El tupé de la dirigencia católica

Para ser dirigentes de una organización que tiene riquezas inmensas, y que goza del privilegio de no pagar impuestos, la dirigencia católica tiene tupé cuando publica algo como el manifiesto difundido durante la semana pasada.

Publicación, por cierto, con la que contribuyeron todos aquellos finqueros, mineros, industriales, comerciantes, banqueros, y otras personas productivas que sostienen con sus limosnas y donaciones a la organización que los ataca, que perjudica sus derechos y que los tiene moralmente de menos.

Yo sentiría algún respeto por las propuestas de la Conferencia Episcopal si entre ellas incluyeran algo así como que n ningún caso el Congreso emitirá ley o decretos arbitrarios o discriminatorios, en los que explícita o implícitamente se concedan prerrogativas, privilegios o beneficios que no puedan disfrutar todas las personas que tengan la oportunidad de hacerlo.

Sentiría algún respeto por las propuestas de los obispos si estos renunciaran a su privilegio de no pagar impuestos; o sí, mejor aún, denunciaran a estos como el robo que son y -como pastores- protegieran a su rebaño (nunca mejor dicho) contra el saqueo, la expoliación y el engaño que sufren a manos de los pipoldermos.

Sentiría algún respeto por los dirigentes de la iglesia católica si no aceptaran las limosnas y las donaciones de aquellos a quienes atacan cuando promueven la reforma agraria y cuando conspiran para impedir el desarrollo industrial y comercial.  Han conseguido la sanción de sus víctimas; pero no está de más ponerlos en evidencia.


30
nov 12

Meditaciones sobre la ley de subdesarrollo rural

La mal llamada ley de desarrollo rural integral es la consecuencia de 36 años de lucha armada y 16 años más de perseverante y talentosa lucha política.  Por eso es tan importante para la exguerrilla y para sus satélites dentro y afuera de la administración de Otto Pérez Molina.  Es la concreción de la reforma agraria, del separatismo indigenista y de otros ideales de la lucha guerrillera; ideales no conseguidos luego de miles de muertos; pero relativamente fáciles de alcanzar con paciencia y con la complicidad de políticos y dirigentes oportunistas e inconsistentes.

El artículo 8 crea tratos preferenciales, proteccionismo o privilegios para sectores y regiones en el contexto del comercio.  En vez de eliminiar los privilegios, que tanto daño hacen en la sociedad, la normativa los multiplica e institucionaliza.

El artículo 10 de la propuesta es clarísimo al encargarles a los pipoldermos la reforma y democratización de la estructura de la tenencia y el uso de la tierra…desincentivando su concentración.  A esto, en mi pueblo, se le llama reforma agraria. Traducido al idioma de los mortales, aquel texto quiere decir que los políticos y funcionarios -no el mercado, ni los actores económicos- decidirán por medio del uso de la fuerza y de la ley, quién puede tener tierra y quién no.  Ese mismo artículo les otorga a los pipodermos la facultad de decidir qué se puede cultivar y qué no; y en dónde.  Lo tuyo ya no será tuyo, porque otros te dirán si puedes conservarlo, y otros te dirán qué puedes hacer con ello.  El artículo acaba con el derecho de propiedad y lo somete no sólo a la arbitrariedad de los políticos y sus funcionarios, sino a la voluntad de la mayoría (que es lo mismo que decir a la voluntad de quien diga representarla).

El artículo 15 habla de promover y garantizar la participación de la población rural en los procesos y espacios de toma de decisiones en los diferentes niveles (local, municipal, departamental y regional). Esta previsión presenta varios problemas, pero he aquí dos: el primero es que desnaturaliza el concepto de ciudadano, que es individual, y lo colectiviza integrándolo en dos grandes grupos difíciles de definir y por lo tanto expuestos a la arbitrariedad: población rural, y población urbana.   El segundo es que crea dos clases de personas, unos son los habitantes de las áreas rurales que tendrán el privilegio de influir directamente en las decisiones que los afecten; y otros son los habitantes de las áreas urbanas que tendrán que aguantarse con lo que les receten los pipoldermos y los grupos de interés que influyan en ellos.

De ahí la importancia de lo que advierte el columnista Estuardo Zapeta con respecto a el uso como sinónimos de las palabras indígena y campesino; y el uso del concepto de territorio.  El reconocimiento legal de grupos de guatemaltecos específicos, con privilegios en territorios definidos y separados del resto de guatemaltecos que no goza de aquellos privilegios ni tiene territorios para sí (qua grupo), es uno de los objetivos que la exguerrilla perseguía durante el enfrentamiento que protagonizó durante 36 años, y nunca consiguió.  Los territorios liberados se les fueron de las manos; pero ahora podrían conseguirlos si logran que la Iniciativa 4084 sea aprobada por el Congreso.

Si esta es una iniciativa salida en el seno de la exguerrilla y sus organizaciones satélites, introducida durante la administración de Alvaro Colom (excandidato presidencial de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca), ¿por qué es que la administración de Otto Pérez Molina, general del Ejército, la promueve con tanto entusiasmo?

Yo iba a decir que es porque a Pérez Molina la exguerrilla le tiene la cola machucada; pero Cándido, dejó abajo su tortilla con requesón y frijoles volteados para decirme: ¿Qué tal si Pérez es uno de ellos?  El les firmó los acuerdos de paz que le tendieron un puente de plata a la exguerrilla y le permitieron una salida elegante de un enfrentamiento que ellos habían perdido militarmente.  Aquellos pactos de apaciguamiento le safaron la alfombra al Ejército para que luego, Oscar Berger terminara de debilitarlo y desarticularlo.  Otto Pérez está rodeado de importantes asesores que fueron miembros de la guerrilla, o que tuvieron contactos estrechos con ella.  Subió impuestos como lo haría cualquier socialista, promovió una reforma constitucional a la medida de sus asesores socialistas, recién ha estado promoviendo una reforma agraria como lo harían los socialistas.  A mí no me extraña que un general sea socialista, socialdemócrata, socialcristiano, o nacionalsocialista, y no me extraña que un general simpatice con el socialismo que promovían los guerrilleros. ¿A “usté” sí? 

Y yo mejor no dije nada.  Mordí mi champurrada con frijoles y seguí desayunando.


21
sep 12

En coloquio sobre la obra de John Locke

La ley, la libertad, la propiedad y la resistencia en las obras de John Locke es el título del coloquio en el que estoy participando.

Los temas a discutir, con 14 personajes de 8 nacionalidades distintas, son: La ley de la naturaleza, su existencia y nuestro conocimiento de esa ley; la ley de la naturaleza y su relación con el derecho, la moral, el interés y la felicidad; el estado natural y los derechos naturales.  Prevenciones, propiedades, prosperidad y pobreza; la formación y el propósito de la sociedad política y el gobierno; y conquista, usurpación, tiranía y resistencia.

Para las discusiones leímos partes de Political Essays; y de Two Treatisies of Government, ambos por John Locke.

El coloquio forma parte de la serie Exploraciones sobre la libertad, organizada por la Universidad Francisco Marroquín y el Liberty Fund.

La foto es desde mi balcón.


18
jul 12

El caso del Fu Lu Sho

Mi cuata, Claudia, solía presentarme así: Luis Figueroa, que fue cocinero del Fu Lu Sho.  A mí me cae en gracia la broma y cuando la hago de mesero, cocinero, o cantinero, digo: Es que fui mesero (cocinero, o cantinero) del Fu Lu Sho.

Hace años, para que no se diga que me morí sin ir a dicho restaurante chino ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Guatemala, fui a cenar ahí.  Me comí una hamburguesa y un milk shake de vainilla; y lo puse en mi currículo.  Para que tuviera verdadero valor cultural fuí antes de que fuera remozada la Sexta Avenida y los otros comensales eran prostitutas y taxistas, principalmente.

Todo esto viene al caso porque el inmueble que ocupa aquel negocio -que existe desde 1956- cambió de dueños; y con el remozamiento de la Sexta Avenida, muchos propietarios -inlcuidos los del edificio en el que esá el restaurante-  han subido los alquileres de sus locales.  Esto, claro, incomoda a los inquilinos.  Y algunos inquilinos creen que tienen algún tipo de derecho al alquiler bajo, o algo parecido.  Los dueños del Fu Lu Sho han acudido al público para evitar que les suban el alquiler. Y algunos miembros del público los apoyan.

Ejemplo de ello es una carta en la que el lector dice que se debe congelar la renta que el propietario anterior estableció, y que este debería indemnizar a los dueños del Fu Lu Sho por todo el tiempo que estuvieron en ese local.

La mara no le atina; pero menos mal que de cuando en cuando la luz de la razón alumbra por ahí.  Este es el caso de la columna La controversia del Fu Lu Sho, por mi amiga, Dina Fernández.  En el caso del Fu Lu Sho, se vale lanzar una letanía por la posible pérdida de un restaurante con personalidad e historia. Pero en vez de llorar, sería mucho más útil para los propietarios una asesoría diseñada para incrementar ingresos o una campaña en redes sociales para llevarles clientes.   Hay que evitar, sobre todo, caer en la tentación de proponer que a los lugares antiguos se les proteja por la cantidad de años que llevan operando. Esas medidas bien intencionadas generan incentivos perversos que consiguen exactamente lo opuesto de sus propósitos. Ni qué decir de la gente que aconseja a los dueños del Fu Lu Sho que se atrincheren en el local y se conviertan en invasores. Eso raya en lo delictivo, pues los propietarios del edificio tienen todo el derecho de recuperar su inversión, dice la columnista.

Este es un caso en el que un interés, el de los dueños de un negocio, entra en conflicto con un derecho, que es el del propietario del inmueble que ocupa aquel negocio.  Como los derechos son principios morales que permiten la cooparación social pacífica, los derechos deben prevalecer sobre los intereses para que la sociedad sea sana y viable.

Y alguien dirá que, entonces, ¿qué ocurre con el derecho de los dueños del restaurante a tener su negocio?  Pues no hay problema.  El derecho de unos a tener un restauante no es violado por el derecho de otros a pedir determinado alquiler por el local que ocupa aquel restaurante.  El alquiler le da al inquilino la facultad de ocupar un espacio del que no es propietario; y priva al propietario de la facultad de usar ese espacio para otras cosas.  Pero el cambio de las condiciones del alquiler no priva al inquilino -en este caso el dueño del Fu Lu Sho- del derecho a tener su restaurante…en otra parte.

Nadie tiene derecho a ocupar una propiedad ajena, sin llegar a un acuerdo pacífico y voluntario con el propietario.  No se vale usar la coerción, ni los privilegios, para obligar a alguien a darle algo a uno contra su voluntad, o en condiciones que de otra forma no aceptaría.  Eso es usar la violencia para conseguir los propios fines.

No olvides que la característica inequívoca de un derecho es la de que para su ejercicio no necestitas violar los derechos de otros.  Esto es porque mi derecho a levantar la mano termina donde comienza la nariz de mi vecino.

Ta vez sea una lástima que desaparezca el Fu Lu Sho. No se. Nunca volví a comer ahí.  Pero sería más lastimoso aún que desaparezcan los derechos, en favor de los intereses.


14
oct 11

¿Y si tuviéramos qué celebrar?

Mientras que los anacrónicos celebraban el Día de la Raza, unos celebraban el de la hispanidad y otros el de la resistencia étnica.  Y, ¿cuál era el eje de los que festejaban la tercera conmemoración? La consabida caminata que estorba el tránsito en la ciudad de Guatemala y las cantaletas de siempre: No al neoliberalismo y no a la explotación minera, entre otras.

Cantaletas y todo, comparto dos de aquellas con la dirigencia indígena. Como libertario, comparto sus objeciones contra el neoliberalismo.  Un neoliberal favorece los tratados de comercio como el DR-CAFTA;  pero un libertario prefiere la eliminación unilateral de aduanas.  Un neoliberal favorece la dolarización; pero un libertario prefiere la libre elección de monedas.  Un neoliberal favorece las privatizaciones monopólicas de empresas estatales; pero un libertario prefiere la desmonopolización y la liberalización del mercado. Al neoliberal le entusiasma el flat tax; pero el libertario prefiere el poll tax.  Un neoliberal propondría eliminar las exenciones del ISR; pero un libertario eliminaría ese impuesto a los rendimientos del capital. Un neoliberal sigue las directrices del FMI; mientras que un libertario cerraría aquella organización.

Con respecto de la minería, estoy de acuerdo con la consigna; pero con un caveat: Yo diría que No a la minería estatizada.  Lo ideal, diría yo, es que en lugar de que el Estado fuera dueño del subsuelo y de sus productos, los propietarios del suelo fueran propietarios de lo que hay debajo de él.

Para desgracia de los más pobres, la legislación guatemalteca refleja la tradición colectivista y estatista de las leyes coloniales y privó de la propiedad del subsuelo y de sus productos, a los dueños del suelo.  Como consecuencia de ello hay un divorcio y un abismo profundo entre los intereses de los políticos socialistas y sus funcionarios, y los de quienes deberían enriquecerse con el oro, el petróleo, la plata y otras maravillas que hay bajo sus propiedades.

Muchos de los problemas de la pobreza, y ciertamente que los problemas de conflictividad, se resolverían si, por medio de títulos de usufructo, a la gente se le pudiera garantizar su derecho a lo que hay en el subsuelo. Así, el oro y el petróleo, por ejemplo, no serían de quienes controlan el Estado, ni de las transnacionales, sino de la gente. Y la gente decidiría si vende su derecho, o cede su control, o no.

Así, sí tendríamos qué celebrar.

Columna publicada en El Periódico.


8
dic 10

Una página ominosa en la Historia de Guatemala

Luego de un desayuno en la Embajada de los Estados Unidos de América, y bajo la supervisión del Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, los diputados no se atrevieron a decirle No a la ley de extinción de la propiedad y del debido proceso, mañosamente conocida como Ley de extinción de dominio.

Dicha pieza legislativa les permite a quienes estén en el uso del poder tomar propiedades ajenas sin que medie un proceso judicial y sin que el propietario pueda evitar el despojo. A modo de güizachada, los promotores de la normativa dicen que la acción no se endereza contra el propietario, sino contra la cosa; y que el afectado puede probar, a posteriori, que el bien no está vinculado a acto ilícito alguno, de entre los que podrían motivar la expoliación.  Sin embargo, el resultado es el mismo: los que ejercen el poder tendrán la herramienta legal necesaria para actuar arbitrariamente, y cualquiera puede ser víctima de quienes puedan hacer uso de aquel instrumento.

¿Se acuerda, usted de la Ley de pánico financiero?  ¿Contra quién la usaron?  Es cierto que quienes pretenden tener el control total de una sociedad no necesitan de una ley que les permita actuar arbitrariamente, ni de una para intimidar a la población; pero ¿qué mejor que contar con una facultad legal para hacerlo?

En una sociedad sin un estado de derecho medianamente consolidado, sin instituciones confiables, sin tradición de respeto a la ley, una normativa que le da amplias facultades de arbitrariedad y de expoliación a los que están en el ejercicio del poder, es, una irresponsabilidad de consecuencias casi inimaginables.

Uno se pregunta que, aparte de la pusilanimidad, ¿qué lleva a las élites de una sociedad a renunciar a valores como la presunción de inocencia y otras garantías para el debido proceso?  ¿Qué lleva a  las élites de una sociedad a darles a los mismos políticos que critica por venales e ineptos, la llave para que puedan disponer antojadizamente de vidas y haciendas?

El miedo y el servilismo han hecho que se se escriba esta página ominosa en la Historia de Guatemala; ahora pregúntese usted, ¿por qué será que los que siempre están gritando Yankees go home! recibieron con tanto entusiasmo esta normativa?


23
jun 10

Propiedad, la gente ¡sí sabe!

En Nebaj, más de 50 familias temen ser desalojadas de sus viviendas porque no poseen los títulos de propiedad de los inmuebles. Sus casas les fueron donadas -sin títulos- por la Iglesia Católica, y ahora resulta que por los alrededores está rondando personal de la Secretaría de Asuntos Agrarios de la Presidencia. ¡Con razón, la gente teme por sus viviendas!


La gente sabe, ¡sabe!, lo protegidos que estuvieran si tuvieran la certeza jurídica de la propiedad de sus casas. Protegidos por el derecho, y no sujetos a la arbitrariedad. Viviendo por derecho, y no por permiso.

Al respecto, comparto con ustedes extractos de un artículo recién escrito por Gabriela Calderón, al respecto.

En la Amazonía, un árbol de caoba fue vendido por tres kilos de azúcar (alrededor de $3). Una pena…puesto que si el dueño de ese caoba lo hubiese podido vender en Callao (el puerto de Lima) ese árbol hubiese sido comprado hasta por $12.000. Más frustrante es que en California ese mismo árbol se hubiera vendido en $50,000.

Esto en gran parte se debe a políticos oportunistas que prosperan del mito de que los indígenas son como los nativos de Pandora en la película “Avatar”, mito que…resume así: los indígenas son ricos a su manera; prefieren estar aislados y no necesitan del resto del mundo; no quieren ni propiedades ni negocios; tienen una visión incompatible con la globalización; y además, la degradación ambiental resulta de la entrega de derechos de propiedad.

Las investigaciones…en la Amazonía peruana han revelado que 80 por ciento de los indígenas que todavía viven en la selva no quieren que sus hijos sigan viviendo en comunidades aisladas. Siete de cada 10 indígenas peruanos son pobres y 5 de cada 10 viven en pobreza extrema siendo la expectativa de vida en las áreas indígenas 20 años menor que en el resto del país. En esas áreas, además, la mortalidad infantil es el doble, 50% de los niños indígenas sufren de malnutrición y 40% de anemia. En casi todas las comunidades se han encontrado mapas, leyes comunales y certificados de posesión emitidos por ellos sobre casas, tierras, áreas de caza y de transacciones comerciales por lo que los indígenas si parecen querer hacer negocios. La degradación ambiental principalmente se encuentra en zonas sin derechos de propiedad sólidos.

…y la gente vive temerosa cuando no son protegidos sus derechos de propiedad, como ocurre en Nebaj.

21
ene 10

La legalización del robo

Vea usted si no son ilimitadas las capacidades depredadoras de los políticos y sus burócratas: quienes tienen Q1 mil o menos en cuentas bancarias monetaria y de ahorros, y no han efectuado un depósito o retiro en los últimos 10 años, podrían perder su dinero si el Congreso aprueba una iniciativa que analiza. La propuesta indica que los saldos de las cuentas de Q1 mil o US$125 que no hayan reportado ningún movimiento serán trasladados al Fondo de Protección al Ahorro.

La propuesta, ¡sorpresa!, tiene su origen en una normativa de tiempos de La Revolución.


30
dic 09

Pobres, pobres, pero libres de minería

Ayer vi, en la parte de atrás de una camioneta, propaganda que dice: Mi familia vale más que el oro, o algo parecido. Y leí, en la página 34 de Prensa Libre de ayer un anuncio que proclama que los pueblos qanjobal, chuj y akateko, se declaran libres de minería y de megaproyectos.
A mí estas cosas me dan mucha tristeza porque pienso en toda la gente que se queda en la miseria a causa del estatismo y de la dirigencia popular irresponsable que fomenta la mentalidad que hace posibles anuncios como los citados.
Otro gallo cantaría si los propietarios del suelo fueran también dueños del subsuelo. Entonces la gente no tendría que desconfiar de los políticos y de sus megaproyectos; y en vez de resentir la minería, se enriquecería con ella. Si a usted le interesa este tema, le recomiendo la conferencia de Enrique Ghersi, titulada ¿Quién es el dueño del subsuelo?

La foto, por cierto, es de la Mina Marlin, en San Marcos.

29
dic 09

Injusta persecución contra las tiendas

Cuando yo era niño, y crecí en Ciudad Nueva, iba a la tienda que quedaba a la vuelta de la casa; y más tarde, cuando mis padres se fueron a vivir a la zona 10, iba a la tienda de El Gordo -que ahora es la célebre Carmelita- y que quedaba a unos 150 metros de mi casa. Cuando luego en mi vida, volví a Ciudad Nueva, sólo tenía que atravesar la Avenida Independencia, para ir a la tienda de doña Tinita. Y tanto El Gordo, como doña Tinita -por su afabilidad y generosidad- eran mucho más que los tenderos; uno no sólo iba a comprar ahí, sino que casi, casi, iba de visita.

Cuando vivíamos en la zona 15 caminaba 100 metros para ir a la tienda de La Canche, y curiosamente hacía lo mismo, para ir la tienda de otra Canche, cuando vivía en La Antigua. Donde vivo ahora, no necesito caminar más de 200 metros antes de encontrarme con por lo menos una tienda.
Las tiendas de barrio existen porque son muy útiles; y mientras más cerca de uno están, más útiles son. Esa es la razón utilitaria porque me parece injusto, impráctico e inaceptable, que se emprenda una campaña contra las tiendas de barrio en el Centro Histórico, o en cualquiera otra área donde viva la gente.
Hay, sin embargo, una razón más de fondo para oponerse a la injusta persecución contra los tenderos: Si su casa es suya, usted puede usarla para lo que le plazca, siempre y cuando sea una actividad pacífica que no viole derechos ajenos. Usted puede convertirla en tienda, o puede darla en alquiler para que sea usada como tienda. En un estado de derecho en el que se respetan los derechos individuales como el de la libertad y el de la propiedad, así sería. Empero, si el derecho de propiedad es inexistente, su casa ya no es suya, porque otros deciden qué puede hacer con ella, y qué no.
Una tienda puede que no sea lo más estético del mundo y puede que incomode a algunos; pero si presta servicios voluntarios y pacíficos que los vecinos aprecian, y si al prestarlos no viola la vida, la libertad y la propiedad de otros, ¡¿qué facultad podrían tener algunos para perseguir y estigmatizar aquella prestación de servicios?!

8
dic 09

Campesinos por la propiedad

Habitantes de 9 aldeas de Izabal quieren que se les reconozca como únicos dueños de la tierra donde habitan, misma que es disputada por la Compañía Guatemalteca de Níquel. Lo que buscan, según un representante de la Procuraduría de los Derechos Humanos, es la legalización de las áreas y reducir el índice de desconfianza y el nivel de conflictividad.

Lo que los campesinos quieren es que se les reconozca como propietarios de aquellas tierras, quieren que se les reconozca !el derecho de propiedad! Esto es muy importante porque la dirigencia campesina que vinculada a la Unidad Nacional Revolucionaria Nacional Guatemalteca (la exguerrilla marxista leninista) evade este tema. En algunos círculos, la propiedad es uno de los derechos individuales, equivalente al derecho a la vida, el derecho a la libertad y el derecho a la búsqueda de la libertad; pero entre las organizaciones afines a la exguerrilla, se habla con sorna del sacrosanto derecho de la propiedad, cuando no se lo expone como el origen de todos los males del mundo, o como un vicio clasista.
Pero ahí está que cuando la gente está libre de las influencias ideológicas del socialismo, lo que quiere es lo que cree que es suyo, o sea: su propiedad. ¿Y qué es la propiedad? Es el poder directo e inmediato que las personas tienen sobre los objetos que le pertenecen. Su ejercicio implica el ejercicio más amplio posible de las facultades jurídicas sobre un bien. El propietario puede gozar y disponer de su propiedad arbitrariamente, ¡siempre que no viole derechos ajenos!
Tradicionalmente la propiedad implica tres facultades principales: La de uso, o ius iutendi, que significa que el propietario, o quien él designe, tiene el derecho a servirse de la cosa para sus intereses. La de goce, o ius fruendi, que significa que el propietario puede gozar de los frutos, y de los productos naturales, o artificiales que genere el bien. Y la de disposición, o ius abutendi, que significa que, como la cosa es suya, el propietario puede disponer de ella hasta el punto de que puede dañarla, o destruirla; y, por supuesto, puede venderla, donarla, hipotecarla, pignorarla, dividirla, y todo eso.
Ese derecho que están reclamando los campesinos de Izabal es un derecho exclusivo porque es del propietario, y no de los que no son propietarios. Vea usted que interesante: es oponible frente a todos los demás.
Pero notó algo más interesante aún: los campesinos saben que la certeza sobre lo que ellos dicen que es su propiedad:
-Reduce la desconfianza; y
-Reduce la conflictividad.
En dos palabras, los campesinos saben que el respeto al derecho ajeno es: la paz. En buena medida, la paz es consecuencia de que se sepa qué es de quién y de que se respete la propiedad.
Por eso es que es perverso que la dirigencia popular campesina, vinculada a la exguerrilla, eluda el tema de la propiedad (en el cual no importa si la propiedad sea individual, o colectiva, en tanto implique el ejercicio de las facultades propias del derecho de propiedad). Cuando la dirigencia popular campesina elude el tema de la propiedad, lo que hace es garantizar que habrán la desconfianza y la conflictividad que impiden el bienestar y el desarrollo; y con eso, se garantizan pobres para su causa. Esto es, porque mientras haya pobres, habrá esperanza de revolución.
Los campesinos de Izabal no se han dejado dar atol con el dedo; pero, ¿por cuánto tiempo?









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