En buen chapín, ahora hay menos personas jalando la carreta. La población económicamente activa, en Guatemala, disminuyó en 4.9 por ciento en comparación con el año pasado. ¡Se está encongiendo la cantidad de personas que están siendo productivas, o están buscando oportunidades para ser productivas!
La proporción de los mayores de 15 años que cuentan con empleo, o están en busca de uno, es de 60.5% —equivalente a unas 5.9 millones de personas—, mientras que el año pasado ese porcentaje equivalía al 65.4% —es decir, unas 6.2 millones de personas—.
¿Tendrá algo que ver que el año pasado la Superintendencia de Administración Tributaria se ufanó de cerrar 392 fuentes de empleo? ¿Será porque el impuesto a los rendimientos del capital asfixia a las nuevas inversiones? ¿Será porque la inseguridad -ciudadana, jurídica e impositiva- hace que Guatemala no sea tan atractiva para los negocios?
Sea por lo que sea, lo cierto es que disminyó la población económicamente activa; y eso debería ponernos a pensar. Tengo la esperanza de que mucha de la gente que no está en el radar del Instituto Nacional de Estadística se haya movido del sector formal al Sistema D, mal llamado economía informal. Empero, aún si así fuera, ¿qué futuro nos espera si en vez de crecer el número de personas económicamente activas, ese número va en descenso?
Hoy leo que los guatemaltecos y extranjeros que deseen adquirir títulos de deuda del Estado guatemalteco ya no pagarán impuestos por el rendimiento de sus inversiones.
Lo siguiente es lo que nadie te dice cuando te cuentan historias como esa:
1. Las emisiones de bonos del estado desvían los ahorros y la formación de capital de las inversiones productivas de la economía real (fábricas, comercios, agricultura y otros) hacia le economía de papel.
2. Las emisiones de bonos del estado divierten los ahorros y la formación de capital del sector voluntario de la economía (el privado) hacia el sector coercitivo de la economía (el estatal).
3. Las emisiones de bonos del estado divierten los ahorros y la formación de capital del sector productivo de la economía donde se aprende del ensayo y el error, hacia el sector improductivo de la economía donde no se aprende del ensayo y el error y donde mucho se pierde a causa de la corrupción, de la mala admininistración y del desperdicio.
4. La exoneración de impuestos para los rendimientos de los bonos del estado es un privilegio.
5. El privilegio de los rendimientos de los bonos del estado, en cuanto a no pagar impuestos, no hace más competitivas esas emisiones. La exoneración es un subsidio que incentiva artificialmente a los inversionistas en dirección a los bonos privilegiados.
6. Los bonos privilegiados, cuyos rendimientos no pagan impuestsos, atraen a los bancos que -en vez de arriesgarse a prestarle a emprendedores- prefieren comprar bonos.
7. Los bonos privilegiados, cuyos rendimientos no pagan impuestos, facilitan el endeudamiento del estado que, en realidad es el endeudamiento forzoso de los tributarios.
8. El financiamiento fácil y privilegiado de la administración fiscal irresponsable de parte de los pipoldermoses empobrecedor. No sólo por el endeudamiento forzado y los incentivos para la mala administración, el desperdicio y la corrupción; sino porque, con menos financiamiento para emprendimientos productivos hay menos creación de riqueza y menos oportundiades de trabajo. No crece el empleo; y si no crece el empleo no mejoran los salarios.
Los pipoldermosse echaron una campaña titulada Pa´que te alcance y con ella promueven…¿qué promueven? No se entiende; y la campaña en cuestión dice algo así:
Los chapines somos los más pilas en la economía familiar: Pa´ que me alcance la gas les pido jalón a mis vecinos; Pa´que les alcance la ropa se la pasan entre hermanos; Pa´que nos alcance la comida me llevo bien con mi suegra.
Yo digo…¡que cinísmo! Si la gasolina está cara, en buena parte es por los impuestos (incluida doble tributación) con los que los pipoldermos cargan a los consumidores de combustibles fósiles. Si los sueldos no mejoran, ni alcanzan, es porque no hay ofertas de empleo; y si no hay ofertas de empleo es porque no hay más y mejores inversiones productivas. ¡Adivina por qué! Pues porque los pipoldermos desincentivan y castigan el ahorro y obstaculizan las inversiones productivas. ¿Por qué no alcanza la comida? Porque los pipoldermos, que controlan el banco central que es el monopolio de la emisión monetaria no controlan la inflación. Que no te engañen, la inflación es un fenómeno monetario que tiene efectos en los precios.
¡Y los pipoldermos quieren que creas que pueden remediar los problemas -que ellos ocasionan- con una campaña y con un plan de…¿de qué?
Además de todo aquello, mi cuate Herbert dice que este es un comercial tipo Mind fuck porque no sabés que viste pero igual ya te jodió en tratar de encontrarle algún sentido. Y mi amigo, Raúl, diría que este comercial es un negocio que le dieron a la hija de un diputado. La nena está en Cuarto magisterio y dice que quiere estudiar Publicidad cuando se gradúe.
Los mayores problemas en Quiché son la pobreza y la falta de oportunidades de trabajo para los padres de los niños, dijo alguien en uno de los noticiarios de la tele el miércoles temprano. Y uno supondría que la dirigencia popular está comprometida con acabar con la pobreza y llevar oportunidades de trabajo a Quiché, ¡y a todas partes!
Uno podría suponer que la dirigencia popular está empeñada en que haya más fábricas, más servicios, más energía y más oportunidades en todo el país. ¡Pero no! ¿En qué anda ocupada la dirigencia popular? Pues anda perpetuando la pobreza.
El sábado pasado grupos armados con fusiles AK-47 ocasionaron incendios y destrozos en Barillas, Huehuetenango con el propósito liberar por la fuerza a uno de sus dirigentes que presuntamente estaba involucrado en actos de violencia similares. En esa ocasión fue asesinado un soldado, origenario de Chicamán, Quiché. ¿Cuál era el motivo del derramamiento de sangre y de la violencia? La oposición que la dirigencia popular se tiene contra una hidroeléctrica. Y uno se pregunta: ¿cómo va a haber más riqueza –que es el antídoto contra la pobreza– si no es posible generar energía para que haya más y mejores oportunidades de empleo?
Como se vio en Totonicapán hace un año y como se vio en este caso, la dirigencia popular no tiene escrúpulos para usar a la gente como carne de cañón, ni para acudir al fuego, la destrucción y los disparos. ¿Con qué propósito? Con el de evitar que sean construidas nuevas fuentes de energía. Energía que no sólo sirve para mantener frías las cervezas y las gaseosas, sino que sirve para que funcionen las incubadoras en los hospitales, y para que la gente emprendedora pueda establecer negocios productivos y ofrecer las oportunidades de empleo que mejorarían la calidad de vida de otros.
La dirigencia que con el puño combativo anda promoviendo la revolución por medio de los movimientos sociales es una dirigencia criminal y fabricante de miseria. Es la dirigencia que debería sentir vergüenza de sí misma al ver las miradas de Catalina Chimatúm (viuda del soldado asesinado) y sus hijos.
Los granjeros de California y de otros estados de la Costa Oeste de los Estados Unidos de América dicen que no pueden encontrar suficientes brazos para recoger cosechas de uvas, pimientos, manzanas y peras; y en consecuencia:
Los trabajadores se han marchado, atraídos por ofertas de mejor paga y un trabajo menos duro en otras partes.
En California el salario ha aumentado entre dos y tres dólares sobre el salario mínimo de ocho dólares la hora, e incluso más para los que trabajan a destajo.
La falta de mano de obra ha llevado a algunos agricultores a ofrecer incentivos poco comunes: les compran comida a los trabajadores, les pagan el transporte hacia y desde los campos e incluso les pagan bonificaciones a los que se queden toda la temporada.
¿Cuándo suben los salarios y mejora la calidad de los empleos disponibles? Cuando hay más demanda de trabajadores, que oferta de trabajadores? ¡Esto es una clase de Economía 101! Por esto es importante el ahorro. Del ahorro sale el capital y del capital salen más fábricas, más comercios y más campos sembrados. Cuando hay más inversiones productivas, hay más puestos de trabajo y hay mejores salarios.
Claro que en el caso que comentamos las mejoras para los trabajadores no son consecuencia de políticas económicas sanas; sino de la innecesaria y artificial extensión de la crisis económica, y de las políticas antimigratorias en aquel país del Norte. Empero, el principio funciona igual: Los salarios y la calidad de los empleos mejoran cuando hay más demanda de trabajadores, que oferta de trabajadores.
En ese contexto sugiero que abandonemos las viejas prácticas que multiplican la miseria y que atendamos la advertencia de Ludwig von Mises: El saber acumulado por la ciencia económica forma parte fundamental de la civilización: es el basamento sobre el que se han edificado el moderno industrialismo y todos los triunfos morales, intelectuales, técnicos y terapéuticos alcanzados por el hombre a lo largo de las últimas centurias. El género humano decidirá si quiere hacer uso adecuado del inapreciado tesoro de conocimientos que este acervo supone o si, por el contrario, prefiere no utilizarlo. Si los hombres deciden prescindir de tan espléndidos hallazgos y menospreciar sus enseñanzas, no por ello ciertamente desvirtuarán la ciencia económica; se limitarán a destruir la sociedad y el género humano.
Estudiar no garantiza un trabajo, dice una infográfica de hoy en la página 3 de El Periódico, basada en el Informe Nacional de Desarrollo Humano que fue presentado ayer en la ciudad de Guatemala. La infográfica añade que los jóvenes noencuentran trabajo de aucerdo a su formación y ¿qué es lo que se les ocurre a los políticos que están en el poder? La promesa de una Política Nacional de la Juventud. Y yo, de lo que me acuerdo cuando leo cosas así es de la frase que hay a la entrada del Infierno, según Dante: Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate (Abandone toda esperanza, todo aquel que entre aquí).
Esto es porque el problema laboral para los jóvenes no se resuelve sin resolver, primero, la falta de ahorro, capitalización y productividad. Todo lo demás son papas y pan pintados. Una política nacional de la juventud sólo implicará crecimiento del gasto público y de la burocracia, lo cual perjudicará el ahorro y la capitalización al desviar recursos del sector privado y voluntario de la economía, para el sector público y coercitivo de la misma. Una política de esas hará más dependiente y clientelista a la juventud. Una política así politizará las iniciativas jóvenes. Una política así servirá para que oenegeros, burócratas internacionales y otras formas de sanguijelas puedan recibir transferencias de riqueza y vivir del dinero de los tributarios.
A final de cuentas, si los jóvenes estudian pero no hay fábricas, comercios, fincas, o servicios esperándolos, de poco sirve que pasen años estudiando y obtengan diplomas. En ese sentido es muy perjudicial que las políticas estatistas incentiven ciertas carreras universitarias, o técnicas, sin que antes haya demanda para ellas. No es en ese sentido en el que se suele decir que la oferta crea su propia demanda.
En fin…es triste que los jóvenes no encuentren empleo; pero la solución no es un misterio: ahorro, capitalización y productividad.
Si te impresionan las obras de Charles Dickens acerca de la revolución industrial; y si te tragas -sin meditar detenidamente- todo lo que se escribe en los medios tradicionales acerca de las malas condiciones de trabajo en algunas maquiladoras y en otras fuentes de trabajo…seguramente este vídeo te dará una perspectiva valiosa.
¿Cómo es que las maquiladoras y otras fuentes de trabajo ayudan a los pobres a escapar de la pobreza?
Aún si consideramos que las condiciones de trabajo en ciertos empleos, son injustas, lo cierto es que con relación a otras opciones, esas condiciones son mejores. Si no, la gente no trabajaría ahí voluntariamente.
La gente opta por trabajar en condiciones que algunos consideran injustas porque son muy pobres y tienen pocas opciones; prohibir, o cerrar las opciones de trabajo, para gente que no tiene otra opción, es condenarlas a la miseria.
Las opciones de trabajo que tu desprecias, porque te parecen injustas, son las mejores posibilidades para millones de personas que no tienen más opciones.
Por una conversación que tuve, el año pasado, con un ejecutivo de call centers, me enteré de que esa industria tenía la idea de que la Administración chapina -por medio de sus instancias de promoción de inversiones- les habían ofrecido el oro y el moro en el sentido de que en Guatemala encontrarían suficiente talento para sus operaciones; pero que en la realidad no lo había. Y percibí que esa industria se sentía engañada.
Hoy lo confirmo por un reportaje titulado Enfrentan escasez de talento. En él leo que los centros de llamadas tienen problemas para encontrar personal bilingüe; la escasez de talento o personal calificado se ha convertido en una dificultad para las grandes empresas locales y multinacionales; la escasez de talento o personal calificado se ha convertido en una dificultad para las grandes empresas locales y multinacionales; Guatemala es uno de los países de Latinoamérica, donde es más difícil cubrir una plaza laboral por la falta de talento. Leo que los 10 puestos más difíciles de cubrir son técnicos, representantes de ventas, mano de obra calificada, ingenieros, secretarias o asistentes administrativas, choferes con alto nivel de educación, operadores de producción, obreros, personal de contabilidad y finanzas (bilingües, principalmente), gerentes y ejecutivos. El reportaje nos cuenta que los puestos más difíciles de cubrir son los de secretarias y asistentes de contabilidad, aunque hay muchos; las empresas solicitan estudios universitarios, que hablen inglés y conocimientos informáticos; y que en casos como la industria minera, petrolera, incluso los call centers, tienen problemas para localizar personal por la escasez del mismo.
Estas evidencias destacan algo alarmante: Hay oportunidades de trabajo; pero la mayoría de la gente no da la talla. Y no la da porque mucha mara no habla inglés, porque mucha mara no tiene los talentos necesarios para llenar las plazas y porque su educación (su formación) no ha sido atingente. Yo estuve -pero no recuerdo si en Chumanzana, o en Sajbochol (o Sajchobol)- cuando un grupo de padres de familia le pidió, a un representante de un proyecto de bilingüismo, que a sus hijos se les enseñara inglés en la escuela…y no se en qué paró la petición. ¿Te atreves a sospechar qué ocurrió?
Hoy leo que la propuesta de pensum del Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Educación incluye renglones como Ciencia y tecnología de los pueblos, Expresión artística de los cuatro pueblos, Filosofía comparada de los cuatro pueblos, Matemáticas de los pueblos, un renglón para comunicación y lenguaje materno y otro para el idioma nacional. Y hay ahí uno…entre todo aquello, para comunicación y lenguaje extranjero.
Los maestros formados en ese contexto, ¿podrán preparar ciudadanos, trabajadores y emprendedores capaces de encontrar trabajo en un mercado que busca talentos (pertinentes) y conocimiento del idioma inglés (que es el idioma internacional de los negocios, de la tecnología y la innovación, y de la filosofía por lo menos actualmente, y seguramente dentro de los próximos 50 o 100 años)?
El reportaje pone en evidencia que si el propósito del sistema educativo es formar a gente capaz de ganarse la vida honrada y dignamente, hay ciertos talentos y conocimientos que hay que tener. Y si no se adquieren durante los años de formación, las personas están condenadas al desempleo, a la marginalidad y a la dependencia. ¿Qué se enseña, obediencia, o espíritu de exploración? ¿Qué se enseña, independencia, o dependencia? ¿Qué se enseña, un idioma que hablan 50,000 personas, o uno que hablan millones y millones?
Valiosos conocimientos culturales como la matemática y la filosofía de los pueblos son lujos que el jóven con expectativas laborales y empresariales no se puede dar si lo que quiere es un trabajo que le permita independencia, y ahorrar. Valiosos conocimientos como los de la tecnología de los pueblos enriquecen el acervo cultural cuando la gente ya tiene un trabajo, o una empresa que ha conseguido, o construido con base en los talentos que se necesitaban para calificar.
Es moralmente grosero imponerles a los jóvenes conocimientos inatingentes, a expensas de los conocimientos y talentos que necesitará, de verdad, para ganarse la vida con dignidad y sin hacer uso de la fuerza.
Y para meditar, te dejo el vídeo que encabeza esta entrada. Es una conferencia enfocada en el sistema educativo de los Estados Unidos; pero que -en sus principios- es universal. Mírala sin prejuicios y piensa en los patojos que, habiendo plazas de trabajo, no consiguen empleo porque no tienen los talentos necesarios, ni hablan el idioma necesario.
El ministerio de Finanzas reporta, hasta agosto, un gasto de Q34.8 millardos, superior en un 10.5 por ciento a los Q31.4 millardos erogados durante la ejecución presupuestaria del mismo periodo de 2010.
Los recursos del sector privado o voluntario de los guatemaltecos, son desviados -en forma creciente- hacia el sector público o coercitivo: Durante septiembre, la recaudación creció 30.6 por ciento respecto de igual mes de 2010.
La red vial está desmoronándose por todas partes, con los consecuentes daños para las personas productivas en todo el país.
Cuando la Administración, al fin hace algo, lo hace mal, como ocurrió con la dársena del Puerto de Champerico, y así desperdicia el dinero que les quita a los tributarios y que tanta falta hace.
¿Nos extraña, entonces, que la revista Forbes haya colocado a Guatemala entre los países menos atractivos para invertir?
Y si no hay inversiones, ¿de dónde van a salir más y mejores empleos? Si no hay inversiones, ¿cómo van a subir sanamente los salarios? Si el dinero de los guatemaltecos se desperdicia, se maladministra y se pierde en corrupción, ¿cómo vamos a salir de la pobreza?
A finales de los años 70 aparecieron las maquilas y qué cree usted que ocurrió: muchas trabajadoras domésticas dejaron sus empleos en casas particulares y se fueron a trabajar en las nuevas fábricas.
Aquellas cocineras y de adentro que guisaban delicioso y que eran parte del crecimiento cultural de uno, se fueron a las maquilas. Yo aprendí muchísimo, de chapinidad, con La Nana, Queta, Lidia, Carmen, Marina y Marina, por ejemplo.
Las trabajadoras domésticas cambiaron de oficio porque surgieron aquellas nuevas oportunidades, y las trabajadores domésticas percibieron que mejorarían sus condiciones de vida si hacían el cambio. Y, ¿qué más ocurrió?
Como escasearon las buenas trabajadoras domésticas -porque se fueron a las maquilas- subieron los salarios de las buenas que se quedaron; y el espacio que dejaron las buenas que se fueron, fue ocupado por no tan buenas que antes no hubieran encontrado trabajo. Por eso mejoró también el nivel de vida de las que se quedaron, y el de las que encontraron trabajo, porque antes no tenían ingresos. No sólo consiguieron empleo, sin en mejores condiciones salariales, y en mejores condiciones de trabajo y de vida.
La cosa fue mejorando hasta para las aspirantes a trabajadoras domésticas menos capacitadas, y hasta marginales. La escasez fue tal que cualquiera podía conseguir un trabajo en el servicio doméstico, aunque no tuviera ni idea de cómo hacer frijoles parados, y fuera incapaz de recordar que hay que barrer detrás de los muebles.
Las más beneficiadas por los trabajos que ofrecieron las maquilas fueron las mujeres que, antes de esas fábricas, no tenían más opción que trabajar en el servicio doméstico. Y muchas veces en condiciones de abuso. Si se van las maquilas, las más afectadas van a ser las mujeres que se queden sin el empleo que tienen en esas fábricas.
En eso me puse a pensar cuando leí que, sin haber sido citadas, oídas y vencidas, ni siquiera en un proceso administrativo, dos maquilas fueron sancionadas por el Ministerio de Economía, por supuestamente no cumplir con las de mandas de los sindicatos locales en connivencia con la poderosa AFL-CIO.
¿Es posible que esté empezando una campaña de acoso contra las maquilas? Y, si aquella tiene éxito, ¿cuántas de esas fábricas aguantarán la persecusión? ¿Cuántas mujeres se quedarán sin trabajo para que los sindicatos y la AFL-CIO se anoten un éxito?
Muy tristemente, Haití siempre ha sido una forma de consuelo para los chapines. Que si estamos mal en seguridad; pues ahí está Haití, donde las cosas son peores. Que si estamos mal en educación; pues ahí esta Haití, donde las cosas sí que están mal.
Pues hoy que leo la conmovedora historia de Edgar Porón, Manuel Xocop y Santiago Xulú, veo algo que debe ponernos a pensar. Los tres chapines que vivieron el espantoso terremoto de Haití se hallaban allá desde hace varios meses trabajando en una maquila. ¡Hemos llegado al punto en el que los guatemaltecos salen de aquí y van a buscar trabajo y mejores horizontes a Haití!
La gente generalmente emigra hacia lo que considera que son tierras de oportunidades; se va hacia donde puede encontrar una vida mejor. Por eso es que miles y miles de mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños, y otros arriesgan sus vidas para ir a los Estados Unidos de América. Por eso es que los cubanos escapan -hasta en tubos de llantas- para ir a La Florida. Por eso es que los peruanos se iban a Argentina; los nicas se iban a Costa Rica. Por eso es que los de Viet Nam del Norte escapaban hacia Viet Nam del Sur y los chinos continentales salían rumbo a Taiwán, Hong Hong, y otros lugares. Por eso es que no se ven españoles desesperados por ir a Africa; ni alemanes haciendo lo imposible por ir a Turquía, ya así podemos seguir la lista.
¡Y ahora, hay chapines que buscaron consuelo y mejores empleos en Haití!
Por cierto que usted, como yo, quizás sienta recelo de enviar su ayuda a los haitianos por medio de la Coordinadora Nacional de Desastres, la Organización de las Naciones Unidas, o por cualquier otro medio que involucre a políticos y burócratas directamente. He aquí una buena opción: The Human Rights Foundation y el actor Kelsey Gammer, han establecido un fondo generoso.
Ahora que leo que 2748 habitantes del muncipio de Chuarrancho se opusieron a la construcción de una hidroeléctrica en aquella localidad, encuentro algunos paradigmas que paran el pelo con respecto a a la calidad de la dirigencia popular que hace posible aquella oposición.
La hidroeléctrica generaría unos 224 gigavatios al año, y la dirigencia del lugar, que sin duda tiene luz eléctrica y aparatos eléctricos en su casa, ha inducido a la gente -que o tiene energía eléctrica, o desea tenerla- a oponerse a la generadora. ¿Qué puede ser más absurdo que esto? Aaaaah, la dirigencia popular e indigenista siempre puede sorprendernos.
Felipe Herrera, líder comunitario del lugar, se queja de que los de la hidroeléctrica sólo nos ofrecen trabajo. Vea usted cómo es la vida…mientras miles de guatemaltecos -incluidos los trabajadores los de Kellogg´s- están sin trabajo, o se quedarán sin él, el dirigente de Chuarrancho desprecia y ningunea el empleo que les llega a él y a su gente a sus puertas.
Y yo me pregunto…¿cuando ya no alcance la generación de energía eléctrica, y cuando la gente no tenga tortillas que llevar a la mesa, qué dirá gente como Herrera? ¿Dirán que es culpa de quién? ¿Dirán que ahora el estado es el que tiene que llevar la luz y el maíz?
Con todo y todo, que modestos dirigentes opinen así podría tener alguna justificación; pero vea usted lo que ha dicho Rodolfo Quezada, el cardenal chapín: se debe respetar la opinión de las comunidades (sic) pues tienen derecho a indicar si su vida se ve complicada con dichos proyectos.
¿Qué será más complicado, que no hayan luz, ni trabajo, ni con qué pagar el gasto, la escuela, las vacunas y la ropa; o convivir con una hidroeléctrica? Yo he oído que algunos miembros de la organización que dirige Quezada de verdad creen que los niños vienen con el pan bajo el brazo; y seguramente eso explica la simpleza con la que el Príncipe de la Iglesia aborda este asunto del desarrollo y Chuarrancho.
¿Creerá el Purpurado, como creen algunos, que la gente tiene derecho al bienestar, empleo, casa, comida, salud y educación; pero que la energía y el empleo sólo deben ser generados en donde no incomoden a nadie?
En realidad…¿qué explicaciones tiene el Mitrado?
La foto la tomé del Facebook del cuate Luis Prieto.
Mira que eres canalla, es una frase que le cae como anillo al dedo a la administración socialdemócrata chapina. ¿Sabe, usted, por qué? Porque El Ejecutivo no ignora que el salario mínimo genera desempleo…y aún así ha decretado su incremento. ¡Hay que ser canalla para eso!, ¿o no?
Evidencia de aquel cojnocimiento es que hoy leemos que los empresaurios maquileros gozarán del privilegio de no aumentar el salario mínimo que les pagan a sus empleados, con la excusa de que no se pierdan más empleos y para evitar el desempleo en el sector textil.
¡Todos saben que el salario mínimo genera desempleo!; pero, ¿a quién le importa? ¿A quién le importan que se sigan multiplicando los privilegios a costa de la igualdad de todos ante la ley?
El salario mínimo afecta directamente a los más vulnerables entre quienes buscan y necesitan empleo. Perjudica a los jóvenes que aún no tienen experiencia, y andan buscando un primer empleo; y daña a los que ya están empleados, pero que son prescindibles porque ellos serán los primeros en ser despedidos cuando haya que ajustar costos en las fuentes de empleo.
A esa canallada se le suma otra: a Alvaro San Nicolás Colom, que fue presidente de la Asociación Gremial de Exportadores de Productos No Tradicionales, no le tembló la mano para privilegiar a sus compañeros maquileros.
Si San Nicolás no le subió el sueldo a los empleados maquileros, ¿fue para que los trabajadores de maquilas no perdieran sus trabajos, como sí los perderán los trabajadores de otros sectores? ¿O fue para que sus colegas maquileros no cargaran con costos que si cargarán los patronos de otros sectores?
Mira que eres canalla, por cierto, es el título de un disco con música de Luis Eduardo Aute, que disfruto de cuando en cuando. Y el desempleo que, en plena crisis, traiga el nuevo salario mínimo, ¿quién lo disfrutará? ¿Será para que haya más clientes para Sandra Evita Torres y su coersión social?
Una inocentada grosera es la noticia de que la administración socialdemócratá fijará el salario mínimo a Q52 diarios para todo el sector productivo.
La medida, que en apariencia busca “reducir la brecha entre el valor de la cansasta básica y el pago del salario mínimo en la ciudad y en el campo”, en realidad es el factor que más agrava el desempleo entre los jóvenes y entre aquellos que, o no tienen vocación alguna, o tienen poca educación. El salario mínimo perjudica a los más vulnerables; pero los prejuicios ideológicos prevalecientes se niegan a verlo.
Los trabajos de aprendiz, en los que el jóven sin educación y sin experiencia adquiría destrezas y aprendía oficios han ido desapareciendo porque se han vuelto muy costosos. El salario mímino hace que sea muy caro ofrecerles oportunidades de trabajo a los jóvenes inexpertos. Miles de empresas, que podrían entrenar y ocupar patojos, los han sustituido por nuevos procesos que no necesitan de esa mano de obra costosa. Un ejemplo de ellos son las gasolineras de autoservicio. No se necesita mucho para ser despachador de gasolina; pero para muchos jóvenes es un buen lugar para tener el primer empleo, adquirir conocimientos, obtener experiencia y disciplina laborales y para conseguir la primera carta de recomendación. Lo malo es que cuando contratarlos se hace muy caro, lo que queda es eliminar las plazas y cambiar los procesos.
Cuando yo era productor de un noticiario me opuse formal y judicialmente al salario mínimo para los periodistas. Esto es porque yo era testigo de cómo era que patojos chispudos, pero sin entrenamiento, entraban a trabajar como camarógrafos y hasta como editores e iban aprendiendo, entrenándose y creciendo mientras iba mejorando su situación salarial. En el momento en el que el salario mínimo hacía muy costos ese proceso educativo que les daba la empresa, en ese momento ya no era rentable contratar patojos inexpertos y había que contratar camarógrafos y editores en los que no hubiera que invertir, sino que ya vinieran entrenados. ¿Quiénes perdían? Los jóvenes que nunca tendrían la oportunidad de aprender aquellos oficios y educarse mientras trabajaban.
En tiempos de crisis, cuando las plazas de trabajo no sólo no están siendo creadas, sino que están siendo cerradas, ¿qué puede ser peor que encarecer artificialmente las pocas oportunidades que van quedando? Quienes defienden el salario mínimo ya tienen empleo, y me pregunto si harían lo mismo en el caso de que tuvieran la necesidad de encontrar uno.
En lugar de reconocer la realidad, quienes se aferran a aquellos prejuicios disfrutan con sinvergüenzadas como la de los empresaurios maquileros, que claman por el privilegio de no pagar el salario mínimo, sin que aparentemente les importe el daño de fondo que este le hace a los más pobres, y sin importarles el daño evidente que sus pretensiones le hacen al ideal de igualdad de todos ante la ley.
Yo estoy de acuerdo con que la mejor política social es un buen empleo; y entiendo que la única forma de elevar los salarios sanamente es elevando la productividad del trabajo. Cuanto más y mejor se produzca, más crecerá la riqueza de todos. Cuanto más productivo sea un individuo, tanto más valdrá su trabajo para los que ofrecen empleos. Si estas realidades no son reconocidas, y si seguimos haciendo lo mismo con la esperanza de obtener resultados distintos, seguiremos condenando a la pobreza y a la indignidad a todos esos miles de patojos inexpertos y ansiosos que quisieran trabajar, pero que no encuentran donde…porque es muy caro darles empleo.
Resumen publicado en Prensa Libre y en Siglo Veintiuno.
Si la pobreza es lo contrario a la riqueza; si nos ofende y nos duele la pobreza; si quisiéramos elimiarla, ¿qué deberíamos propiciar? Yo digo que lo que deberíamos propiciar es más y más riqueza.
Los que dicen que saben de eso, estiman que “para lograr un verdadero desarrollo del país con avences significativos” es necesario crecer cerca de 8% anual durante 10 años consecutivos. Crecimiento y desarrollo son los eufemismos que la burocracia nacional e internacional usa para referirse a la creación de riqueza y a la riqueza, porque esta palabra les da vergüenza, o qué se yo.
¿Cuándo ha crecido la economía de los guatemaltecos? La Junta Monetaria acaba de vaticinar que el crecimiento a diciembre de 2008 andará por 4%; y en noviembre de 2007 fue de 5.3%. O sea que, vamos tarde, mal y nunca.
¿Cómo se genera la riqueza? Pues mediante el ahorro y las inversiones productivas. No mediante el gasto, ni mediante el desperdicio, ni mediante aparentes inversiones que resultan ser no sólo improductivas, sino consumidoras de la poca riqueza que ha sido creada.
Aparte de los porcentajes citados arriba, hay muchos signos de que en vez de estar creciendo, la economía chapina es está encogiendo: Tanto el comercio como la industria han tenido menos actividad que el año pasado; y, de hecho, como sus ventas han bajado, también está bajando su aportación al fisco. Esto es muy malo porque en el comercio y en la industria, así como en otras actividades económicas, es donde trabajan los chapines. Y si bajan las ventas, ¿cuánto durarán los empleos? Otro signo es que ha caído la demanda de gasolina super. Esto ha tenido que ver con los precios altos que había hace unas semanas; pero también tiene que ver con que la gente está cambiando sus hábitos de consumo de gasolina para economizar unos quetzalitos.
Este es mal momento para pensar en aumentar los impuestos. Primero, porque es evidente que si las actividades económicas están creciendo sólo 5.4% en este año, comparado con el 16.6% que creció en 2007, eso quiere decir que la industria, el comercio, la construcción, el agro y otras actividades de esa naturaleza están en problemas. Y si esas actividades están en problemas, sus empleados están en problemas. Segundo, porque el dinero que se les quita a los tributarios, en vez de irse a inversiones productivas en el sector privado, se va a gastos improductivos (cuando no a corrupción) en el sector público.
Si yo tuviera que favorecer el ahorro y las inversiones productivas, para que crezca la riqueza y disminuya la pobreza, ¿qué haría? 1. Eliminaría el impuesto a los rendimientos de capital para que hubiera mas disponibilidad de recursos para inversiones productivas. 2. Eliminaría aranceles y aduanas para reducir el alza en los precios relativos, por el lado de la oferta de bienes, y así conseguiría que a los chapines les abundara más el sueldo. 3. Eliminaría la inflexibilidad del Código de Trabajo, para facilitar la movilidad laboral entre los guatemaltecos.
Yo estoy convencido de que la mejor política social es un buen empleo; y si queremos eliminar la pobreza, ¿qué mejor que más y mejores empleos?
¿Cuándo es buen momento para socar a los tributarios? Nunca; pero el peor momento es cuando se desacelera el ritmo de la creación de empleos.
La Encuesta de expectativas de empleo, que presentó ayer la multinacional Manpower, -dedicada al reclutamiento, selección, contratación, evaluación, capacitación y consultoría en recursos humanos- indica que del número de empleadores guatemaltecos entrevistados, 21 por ciento espera aumentar su fuerza laboral en el próximo trimestre, un 8 por ciento dijo que disminuirá su planilla de empleados, un 68 por ciento prevé mantenerse sin cambios, mientras que un 3 por ciento reportó desconocer sus planes de contratación para el siguiente trimestre.
“El actual clima político e institucional incierto hace que las organizaciones se inclinen a obtener mucho más de su fuerza laboral; a enfocarse más en la productividad que en la búsqueda e inversión de nuevos talentos”, comentó Susana Zavala, líder de Manpower México, Centroamérica y República Dominicana.
El teatro del absurdo es un estilo dramático que se rige por los principios existencialistas expresados en términos absurdos. Se caracteriza por tramas que parecen carecer de significado, diálogos repetitivos y falta de secuencia dramática que a menudo crean una atmósfera confusa.
Ayer leí que el candidato presidencial guatemalteco, Alvaro Colom, ofreció crear 703 mil nuevos empleos; y detalló: 503 mil por medio del crecimiento de las exportaciones, 50 mil por medio del turismo comunitario y 70 mil con Mipymes. ¡Y ofreció 20 mil más en el gobierno! Por su parte, el otro aspirante, Otto Pérez, calcula que con duplicar las exportaciones puede generar 1 millón de empleos.
¡La feria del empleo se quedó atrás! ¿Sabrán, los candidatos, cuánto cuesta crear una plaza de trabajo?
Según el Industrial Conference Board, citado por Cómo mejorar el nivel de vida, cada puesto de trabajo cuesta, en dólares de 1977 y en los EUA: 22,500 en la industria de aguas gaseosas; 124,600 en la industria de ropa; 85,500 en la industria de muebles domésticos, 31,500 en la industria de comida rápida; 49,700 en la industria de supermercados.
A ver…salvando las distancias, si el sector privado guatemalteco consiguiera responder a las ilusiones de los candidatos presidenciales, yo apuesto a que será a pesar de los gobiernos que estos encabecen; y no como consecuencia de ellos.
Alvaro Colom, candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza y aspirante ¡por tercera vez! a la presidencia de la República, prometió generar 700 mil 300 empleos. Y yo pregunto: ¿Por qué la tacañería? ¿Por qué no crear 700 mil 400, o un millón de empleos de una vez? ¿Sabrá, el ex directivo de la Asociación Gremial de Exportadores de Productos No Tradicionales y ex candidato de la guerrilla, cuánto cuesta crear una plaza de trabajo?
El costo anual de un puesto de trabajo, en dólares de 1977 en los Estados Unidos de América cuesta: 63800, en la industria de transporte terrestre; 85500 en la industria de muebles domésticos, 124600 en la industria de ropa, 31500 en la industria de comida rápida, 49700 en supermercados, 222500 en la industria de bebidas gaseosas, 136700 en la industria de la construcción.
Haga usted los números, tropicalícelos y sabrá por qué es que Colom se limitó a ofrecer 700 mil 300 empleos; por que uno supone, con candidez, que él también hizo sus multiplicaciones y que aquella cifra es la que le salió.
Pero ironías aparte, uno sabe que el ofrecimiento es una payasada. ¡¿De dónde sacó aquella cifra?!
En los años 90 el candidato Jorge Carpio (RIP) hizo algo parecido. Carpio salía en la tele ofreciendo 240 mil empleos (más pudoroso que Colom) y cuando le preguntaron que de dónde, exactamente, iban a salir esos empleos, nunca supo explicarlo. No porque no quisiera, sino porque no se puede. ¿Cómo jodidos sabe, un candidato presidencial, cuántos empleos se pueden generar en X cantidad de tiempo y de dónde va a salir el capital para generarlos?
A menos, claro, que haga como Roosevelt y contrate gente para abrir zanjas, mientras otros las cierran. Y todo ello pagado con impuestos que usted tiene que pagar.
Yo no me había ocupado de payasadas como la del candidato Francisco Arredondo y sus fósforos; o la del candidato Mario Estrada con ese su anuncio que dice: No te preocupes mi vida. Pero esta, de Colom, se gana el premio de la peor payasada…hasta ahora.
Carpe Diem significa Apodérate del día y resume bien mi visión del mundo. La libertad es el valor fundamental que guía mi vida y mis reflexiones en Carpe Diem. Vivo en Guatemala, un país que aún está por ser construido y en el que los derechos individuales y la igualdad ante la ley tienen una existencia precaria. Por eso, aquellos son mis temas favoritos para estos comentarios. Con todo y todo, este espacio existe al amparo del artículo 35 de la Constitución de la República; y del 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (por si acaso), en ejercicio de mi libertad de expresión. Me gustan la cocina, la lectura y la compañia de mi familia y de mis amigos. También me gusta pasar tiempo conociendo mi país y a su gente. Al perpetrar Carpe Diem -un espacio políticamente incorrecto- comparto con mis lectores algunas reflexiones y experiencias en busca de lo que es bueno, lo que es bello y lo que es pacífico. ¡Por la libertad y la razón!
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