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t=() Aborto | Luis Figueroa CARPE DIEM

aborto


26
feb 14

La maternidad no es obligación

La maternidad no es una obligación; y a las mujeres se les debería reconocer el derecho a renunciar a la maternidad sin presiones sociales, y sin condenas penales.  El hecho de que el estado no reconozca aquel derecho crea las condiciones para que las madres que no pueden –o no quieren– asumir las responsabilidades propias de criar hijos acudan a medios ilegales para desvincularse de los hijos no deseados.

Algunos de esos métodos son: el abandono de los niños, la venta de los niños y el aborto.  Para tener una idea de las dimensiones de estas opciones en 2012 fueron hallados 92 bebés abandonados en las calles, cajeros automáticos, hospitales, aceras, terrenos y basureros.  En 2009 se estimó que cada año ocurren unos 65 mil abortos, en Guatemala.

Si en caso de abandono las autoridades creen que han encontrado a la madre de un niño, la madre debe comparecer ante un juez y someterse a una prueba de ADN. No es extraño que algunas sospechosas eludan la prueba del ADN durante meses y si la prueba confirma la maternidad, la madre debe inscribirse en una terapia diseñada para obligarla a reunirse con su hijo, explicó Mary Anastasia O´Grady en Los huérfanos abandonados de Guatemala.

La sociedad guatemalteca y el estado de Guatemala creen que tienen la facultad para condenar moralmente a una madre por no querer serlo, incluso intentan forzarla a aceptar la responsabilidad de la maternidad y pueden encarcelar a una mujer si la descubren tratando de desvincularse del hijo no deseado, o descubren que ya se ha desvinculado de él. No mediante el aborto -que en ciertas condiciones podría ser una forma de asesinato- ni mediante el abandono del niño que es un acto criminal y desalmado si no se hace en condiciones que protejan la vida del infante, sino hasta por el acto razonable de vender la patria potestad.

En febrero de 2014 y en Guatemala,  El Tribunal Segundo de Sentencia Penal condenó a 10 años de prisión a Rosa Imelda Muy Pastor, por vender a su hijo; pero el Ministerio Público había solicitado 46 años de cárcel, según informó el diario Prensa Libre. Muy Pastor es madre de Wilson Rauxuleu Tziquín, que nació en 2007; y el niño fue vendido para ser dado en adopción.  En ese proceso fueron usados nombres falsos; y el Ministerio Público la sindicó de los delitos de trata de personas, asociación ilícita, alteración y supresión del estado civil, falsedad ideológica y uso de documentos falsos en forma continuada.  Las investigaciones citadas por el diario señalan que la sindicada integraba una red dedicada a las adopciones ilegales.

No voy a cuestionar el carácter delictivo y criminal de la asociación ilícita, la alteración y supresión del estado civil, la falsedad ideológica y el uso de documentos falsos en forma continuada, o no.   Pero la trata de personas es otra cosa.  Según la Unicef  un niño o niña víctima de la trata es cualquier persona menor de 18 años reclutada, transportada, transferida,  acogida o recibida para fines de explotación, sea dentro o fuera de un determinado país; y el Código Penal de Guatemala tipifica el delito de trata de personas en su artículo 202 Ter. (Decreto del Congreso 9-2009) como la captación, el transporte, traslado, retención, acogida o recepción de una o más personas con fines de explotación.

¿Te diste cuenta? No existe el delito de venta de niños, ni el de venta de personas.  Y aún si hubiera captación, traslado, retención, acogida y o recepción de un niño por medio de algún tipo de intercambio monetario, o no, ¿podrá el Ministerio Público probar que el fin de aquel intercambio es la explotación?  ¿Qué tal si los fines del intercambio son dotar a un niño con una familia que lo quiera; y dotar a una familia con un niño que la quiera?…y que pueda darle no sólo el cariño, sino la calidad de vida que su madre biológica no puede –o no quiere darle–.  Arbitrariamente, el Ministerio Público supone que toda venta de niños es con propósitos de explotación.

Ahora bien, estas meditaciones no son una defensa de la compra-venta de niños, ni de adultos, por supuesto.  No está bien vender gente.  Lo que sí puede hacerse,  para buscarles una salida a las madres que no pueden –o no quieren– asumir las responsabilidades dela maternidad, es reconocer el derecho a la venta de la patria potestad.

¿Y qué es la patria potestad?   El artículo 254 del Código Civil dice que la patria potestad comprende el derecho de representar legalmente al menor o incapacitado en todos los actos de la vida civil; administrar sus bienes y aprovechar sus servicios atendiendo a su edad y condición. Es el poder de los padres, o ascendientes sobre sus hijos descendientes.  Es tutelar en favor de los hijos y en la cultura prevaleciente no se puede enajenar.  Sin embargo, no siempre fue así, ni tiene que seguir siendo así. De acuerdo con las Pandectas (Código de Justiniano) un padre podía vender a su hijo, sin perder la patria potestad y sin que el hijo adquiriera plena capacidad jurídica, hasta tres veces consecutivas.

La sociedad y la cultura, evolutivas por naturaleza, cambian.  Las tradiciones cambian. Cambian las ideas prevalecientes, y como consecuencia cambian las normas y cambian las instituciones.  Seguramente es tiempo de cuestionar si la criminalización de las madres que no pueden –o no quieren– criar a sus hijos es lo más apropiado entre nosotros, aquí y ahora.  Sobre todo considerando que la criminalización crea el ambiente propicio para el abandono y el aborto de niños y fetos.  Considerando que la criminalización fuerza a las madres a criar niños que no pueden –o no quieren– criar. Considerando que la criminalización arrincona a las madres a cometer delitos como asociación ilícita, alteración y supresión del estado civil, falsedad ideológica y uso de documentos falsos.  Considerando que induce a las autoridades a cometer abusos como el de acusar a las personas de delitos inexistentes como es el caso de la venta de niños que, de forma arbitraria e insostenible, es analogado con el de trata de personas.

La maternidad es una enfermedad de nueve meses, y una convalecencia de toda la vida, dice la madre de un amigo; y así ilustra ella el hecho de que ser madre implica graves responsabilidades que no deben ser tomadas a la ligera, que deben ser voluntarias y que no pueden ser impuestas.

Ni la sociedad ni el estado –como no sea por afanes colectivistas, o estatistas– pueden arrogarse las facultades morales y legales para señalar y condenar a una mujer sólo porque no llena sus expectativas.  Las mujeres y los niños merecen algo mejor.

Artículo publicado por el CEES.


24
jun 13

Algunos”liberales” chapines son conservadores

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Estoy totalmente de acuerdo con los columnistas y académicos socialistas que afirman que algunos liberales guatemaltecos en realidad son conservadores.   Librecambistas sí son muchos de ellos y también son neoliberales; pero ¿liberales clásicos, o libertarios? Les voy a contar por qué es que no lo son.

Los acabo de ver cerrando filas, con el conservadurismo más cachureco o religioso posible, contra la Convención interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia.  En es documento, y con mucha habilidad, los patrocinadores de aquel acuerdo mezclaron el tema del racismo -a favor del cual no puede estar nadie con dos dedos de frente y menos si se dice liberal- con el matrimonio igualitario y el derecho de las mujeres a elegir qué hacer con sus cuerpos y sus vidas.  Estos dos últimos temas espantaron a los conservadores de todos los colores, incluyendo a los que se dicen liberales; y ahí se resbalaron.

Si le creemos a Alberto Benegas-Lynch que la mejor definición de liberalismo –que ha sido tan mal interpretado– es el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros, no es difícil empezar a atisbar por qué es que afirmo lo anterior.  La prueba o el “test” no es la tolerancia con las personas que comparten nuestro proyecto de vida, sino con las personas que disienten con nuestro proyecto de vida.  Sólo en este contexto se puede recurrir a la fuerza cuando hay lesión de derechos de terceros, explica Benegas-Lynch.

Tanto el matrimonio, como el derecho a hacer uno con su cuerpo y su vida lo que mejor le convenga a uno son temas inseparables del proyecto de vida individual de cada persona.  Además, ¿no es cierto, pues, que la filosofía de la libertad está basada en la propiedad de uno mismo? ¿No es cierto que la propiedad de ti mismo quiere decir que tú eres dueño de tu vida? ¿No es cierto que negar esto significa que otras personas tienen más derechos sobre tu vida, que tú mismo? ¿No es cierto que ninguna otra persona, o grupo de personas son dueñas de tu vida? Y claro, tú no eres dueño de las vidas de otros.

¿Se les escapa esto a los conservadores que pasan por liberales? Si.  ¿Por qué? En el caso del matrimonio porque se han tragado la idea, o se han hecho a sí mismos la idea de que el matrimonio no debe servir a los proyectos de vida de los involucrados; sino a los de la sociedad, los del estado, o los de un dios.  Y en el caso del aborto, porque se han tragado la idea, o se han hecho a sí mismos la idea de que el cuerpo de una mujer no es suyo, ni debe servir a sus proyectos de vida; sino a los de la sociedad, los del estado, o los algún dios.  Los conservadores, claro, son colectivistas, y apuntan que no eres dueño de tu vida.  Apuntan que otros son dueños de tu vida. 

El caso del matrimonio igualitario

Sostengo que la única posición liberal con respecto al matrimonio igualitario es la misma que se le aplica al matrimonio en general: Nada tiene que hacer el estado, metiéndose en los asuntos que son propios de los proyectos de vida de las personas.  Empero, como el estado ya se ha metido a regular algo tan privado e íntimo como el contrato por medio del cual las personas deciden compartir sus vidas,  el reconocimiento del matrimonio igualitario por parte del estado constituye un acto de justicia y una confirmación del principio de igualdad de todos ante la ley.

En realidad lo que conocemos como matrimonio es un acuerdo privado entre personas que deciden compartir sus vidas y hacerlo en el marco de cierta formalidad.  Formalidad que subraya su carácter de compromiso y que busca el apoyo del prójimo para la pareja contrayente.

En algún momento de la historia de la humanidad las religiones dispusieron hacer uso del matrimonio para hacer avanzar sus intereses; e igual cosa hizo el estado.  Pero antes de que ambas instituciones se inmiscuyeran en aquel acuerdo privado, ya había compromisos de largo plazo entre personas individuales que decidían unir sus vidas.  Las iglesias cristianas y el estado pretenden que el matrimonio sirva principalmente para la reproducción; y viene a mi mente la oración que, uno de los protagonistas de la novela Como agua para chocolate, dice antes de copular con su esposa a través de una sábana con un agujero.  Pedro reza no es por vicio, ni por fornicio, sino para hacer un hijo para tu servicio.

Ahora bien, como las personas no son animalitos que sólo se aparean para perpetuar la especie, o son apareados para enriquecer el hato, el matrimonio del siglo XXI debe tomar en cuenta las diversas razones que llevan a las personas a juntarse.  La comunidad de intereses, el amor, la admiración, la búsqueda de compañía, entre muchos otros, son ejemplos de aquellas razones.  No es extraño, entonces, que en la sociedad, que es evolutiva por naturaleza, las palabras también evolucionen.  Recuerdo que mi profesor de Lenguaje, don Salvador Aguado, nos advirtió una vez que los diccionarios etimológicos eran útiles para conocer mejor las palabras y para conocer sus orígenes; pero que no servían para saber su significado porque muchas veces el significado actual de aquellas, se alejaba del de su génesis.

De esa cuenta, el matrimonio tradicional reservado únicamente para parejas heterosexuales en el marco de culturas propias de sociedades cerradas, puede perfectamente pasar a ser el matrimonio moderno, como contrato de convivencia y de respeto mutuo entre individuos, en el marco de culturas propias de sociedades abiertas.  Ni al servicio de la iglesia, ni al servicio del estado; sino que al servicio de aquellos que, en ejercicio de sus derechos como personas humanas y en persecución de sus proyectos de vida asuman el compromiso.

Imagina el caso de una pareja homosexual a la que a una de las partes se le niegue el acceso a ver a su contraparte, en la sala de cuidado intensivo, sólo porque no es pariente cercano de su pareja.  ¿Sería eso correcto? No.  Creo que una pareja del mismo sexo tiene tanto derecho de estar al lado de la persona que ama, como lo tiene una pareja de sexos distintos.

En la película Si las paredes hablaran 2 se cuenta la historia de dos ancianas que habían sido pareja durante toda su vida.  Y cuando una de ellas muere, llega la familia de la difunta y saca a la sobreviviente de la casa dejándola sola y desamparada, luego de humillarla.

Alguien podría decir que fue por descuido y que ambas deberían haber pensado en esa posibilidad, y que deberían haber hecho testamento, y qué se yo.  Pero lo cierto es que no hay razón alguna para que, en una sociedad abierta, una clase de personas tenga ciertos derechos y otra clase de personas no los tenga.  Y no hay razón para que estas últimas tengan que hacer previsiones adicionales, sólo porque al estado (en respuesta a presiones de grupos privilegiados) se le antoja que no haya igualdad de todos ante la ley.

El matrimonio igualitario es un acto de justicia que reconoce el carácter contractual y privado del matrimonio; y que reconoce, sobre todo, el derecho de todas las personas a unir sus vidas y a buscar el apoyo de sus prójimos, sin discriminación, ni privilegios.  Esa es una posición liberal, que respeta el proyecto de vida de los demás, y no una estatista, ni colectivista, ni conservadora.

El caso del aborto

Cuando se dice que la mejor definición de liberalismo es el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros nunca falta quién diga que eso incluye el proyecto de vida de los embriones.  Que incluye la vida de los embriones, y la de los fetos.  Sin embargo la palabra proyecto se refiere a planes y disposiciones detalladas para la ejecución de algo; o propósitos, o pensamientos de hacer algo.  Perdonen  por lo franco que soy: los embriones y los fetos no tienen proyectos.

¡Pero son vida!, dirá alguien más.  A esta afirmación sólo se puede responder que son vida potencial; pero no son vida real.  Perdón por la franqueza; pero en ningunas condiciones, ningún embrión y ningún feto es viable independiente de la madre (que sí es vida real y tiene proyectos) antes de las 23 semanas de gestación.  ¿Hay lesión de derechos de terceros cuando se abortan un embrión, o un feto? No. No se tienen derechos hasta que no se ha nacido, aunque lo diga la legislación.  Y todo liberal sabe, o debería saber, que las legislaciones pueden decir todo tipo de cosas, lo cual no quiere decir que sean filosófica, ética, o jurídicamente sostenibles.  Lo cierto es que desde esta perspectiva, el ser viviente que es la mujer (y sus proyectos de vida) tiene precedencia sobre lo que no está vivo o no ha nacido.  Perdón por la franqueza.  ¡Es un ardid eso de equiparar lo potencial con lo real!

Como el liberalismo es esa idea radical de que las demás personas no son nuestra propiedad, consideremos algunos casos ilustrativos:

Cuando un criminal viola a una mujer y la deja embarazada, lo cierto es que la bestia usa el cuerpo de la mujer sin su consentimiento y usa uno de sus óvulos sin su permiso y con violencia.  Muchas veces con violencia brutal.  Si este acto salvaje es repugnante, ¡más repugnante debería ser, para el verdadero liberal, que grupos específicos de la sociedad usen la coacción legal para forzar a la mujer a gestar la imposición del delincuente!  Sin embargo, para los conservadores, la mujer debe aceptar la imposición porque no es dueña de su cuerpo, ni de sus proyectos de vida.  Estos deben estar al servicio de la sociedad, del estado, o de un dios.   La mujer no es dueña de su cuerpo, los dueños son los que dicen representar a la sociedad, al estado, o a algún dios.

El caso de la violación es más fácil de entender que los casos del error, la ignorancia y el descuido.  La mujer que se embaraza por error, por ignorancia, o por descuido, ¿debería pagar por ello durante el resto de su vida?  Si reconocemos que es moralmente bueno respetar irrestrictamente los proyectos de vida de los demás, la respuesta es No.  No podemos imponerles a otros nuestros proyectos de vida.  La tarea de criar un hijo (especialmente de uno no deseado) es una responsabilidad tan grande que nadie debería ser forzado a emprenderla.  ¿Has oído la frase de que tener un hijo es una enfermedad de nueve meses, y una convalecencia de toda la vida?  Perdón por lo coloquial de la frase; pero nadie debería ser obligado a eso, sólo porque ciertos grupos sociales creen que tienen la facultad de imponer la maternidad.  Un embarazo no deseado (por violencia, ignorancia, error, o descuido) puede alterar los proyectos de vida, de una mujer,  de manera irremediable y profunda; y puede ser un desastre que sólo traiga miseria e infelicidad.

El Factor D

El conservador puede sentirse moralmente cómodo al defender el sacrificio; pero el liberal o libertario no.  Este último sabe que el derecho a la búsqueda de la felicidad y el derecho a perseguir uno sus proyectos de vida son valores que están encima de las demandas de cualquier grupo de interés, o de cualquier colectivo.  El liberal o libertario sabe que los derechos individuales deben prevalecer sobre los intereses colectivos.  El liberal o libertario sabe que entregar algo de menos valor, a cambio de algo de más valor no es propio de la naturaleza humana.  Sabe que eso ocurre sólo por ignorancia, por error, o por la fuerza.

El hecho es que hay grupos de interés y colectivos que están convencidos de que hay un dios que les impone ciertas normas.  Y creen que tienen la facultad de convertir aquellas imposiciones en leyes aplicables a otros grupos y a los individuos que componen la sociedad, aunque estos no compartan al dios de aquellos.  Creen que tienen la facultad de regular el matrimonio y los cuerpos y proyectos de vida de otras personas del mismo modo en que otros grupos de interés creen que tienen la facultad de regular el uso que se le debe dar a la propiedad, la educación que se les debe dar a los hijos, o qué se puede vender y comprar y a qué precios.

Ya lo dijo Friedrich A. Hayekla filosofía conservadora, por su propia condición, jamás nos ofrece alternativa ni nos brinda novedad alguna…De ahí que el triste sino del conserva­dor sea ir siempre a remolque de los acontecimientos… Los conservadores, cuando gobiernan, tienden a paralizar la evolución o, en todo caso, a limitarla a aquello que hasta el más tímido aprobaría. Jamás, cuando avizoran el futuro, piensan que puede haber fuerzas desco­nocidas que espontáneamente arreglen las cosas; mentalidad ésta en abierta contraposición con la filosofía de los liberales, quienes, sin complejos ni recelos, aceptan la libre evolución, aun ignorando a veces hasta dónde pue­de llevarles el proceso…Ese temor a que operen unas fuerzas sociales aparentemente incontrola­das explica otras dos características del conservador: su afición al autorita­rismo y su incapacidad para comprender el mecanismo de las fuerzas que regulan el mercado.

Como consecuencia los conservadores le han entregado al socialismo la defensa de principios que son propios del liberalismo: el derecho a la vida, la igualdad de todos ante la ley, el derecho a perseguir los propios proyectos de vida, y la propiedad de uno mismo.   Vergonzosamente, en nuestro entorno, son grupos principalmente socialistas los que defienden el matrimonio igualitario y el derecho de las mujeres a disponer de sus cuerpos.  El conservadurismo disfrazado de liberalismo está más comprometido con las exigencias de sus pastores –que les hablan en nombre de su dios­– que con el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otro.  De ahí que cuando se discute la Convención interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia los conservadores cierren filas con las iglesias y no con la idea radical de que las demás personas no son nuestra propiedad.

Como dijo Benegas-Lynch: La prueba o el “test” no es la tolerancia con las personas que comparten nuestro proyecto de vida, sino con las personas que disienten con nuestro proyecto de vida. 

La ilustración la tomé de Facebook.


8
ago 12

Feto desmembrado por los perros

Los bomberos hallaron un feto de ocho meses en La Joyita, de San Miguel Petapa.  Los socorristas suponen que el cadáver tenía varios días de estar en el lugar y que los perros lo desmembraron.

Este es un trofeo más para los promotores de la ley que monopolizó y centralizó las adopciones en Guatemala.  Yo nunca dejo de preguntarme si la madre de este y de otros fetos, o bebés abandonados tomarían decisiones como aquella si pudieran tener una opción sencilla y no politizada para entregar los niños que no pueden, o no quieren criar.

La información está en la página 12 de Prensa Libre de hoy.


25
jun 12

Freno a adopciones, una victoria pírrica

Ve pues…el Consejo Nacional de Adopciones presume de que ha frenado las adopciones de niños guatemaltecos en el exterior.  Hace unos años, cerca de 5 mil niños abandonados, en Guatemala, eran adoptados por familias amorosas alrededor del mundo; luego, en 2007, Guatemala canceló las adopciones internacionales y condenó a miles de niños no deseados a vivir en orfanatos estatales, o en las calles.  El CNA presume de que ha registrado 862 adopciones desde la monopolización y centralización de estos procedimientos.

Suponiendo que la cifra de 5,000 es correcta, ¿qué es de los 4138 niños que se quedaron sin ser adoptados?  Y si no hubieran sido 5,0000 sino 4,000, ¿qué es de los 3138 niños que quedaron sin ser adoptados?  ¿Desaparecieron?

Sospecho que aquellos niños terminan siendo abortados.  Esto es porque las madres que no quieren, o no pueden hacerse cargo de sus hijos, ahora no tienen otra salida que deshacerse de ellos cuanto antes.  Antes podían entregarlos para adopción con alguna facilidad; ahora -que eso está prohibido- el aborto es la salida más fácil.

Sospecho que muchos de esos niños son exportados de forma ilegal.  Si es cierto que había redes de traficantes de niños, ¿tu te crees que esas redes desaparecieron con la monopolización y descentralización en manos de burócratas?  La experiencia nos dice que es seguro que aquellas redes (que no sólo incluían notarios, sino jueces y funcionarios de la Procuraduría General de la Nación -aunque esto fuera pasado por alto por los promotores de la monopolización y descentralización)  encontraron nuevas formas de seguir operando.

El freno a las adopciones es una victoria pírrica porque el costo de la supuesta victoria es muy elevado.  El precio es miles de niños no deseados sin hogar, con sus naricitas pegadas a las vitrinas en las que, del otro lado, hay familias esperando tener un niño para cuidarlo.  El precio es miles de niños no deseados sin Navidad, sin piñata de cumpleaños y sin esperanza.  El precio es, ¿cuántos cuerpecitos fríos en un desagüe, o envueltos en periódicos, en un basurero?

Mientras que los políticos y sus funcionarios se ufanan de haber frenado las adopciones sospecho que miles de casos se resuelven de las peores formas posibles… como cuando se criminaliza algo que no debería ser delito.


9
ene 12

Impunidad, Unicef y la ley anti adopciones

El letrero dice: El 95% de los crímenes contra la niñez queda en la impunidad; y firma Unicef. Y cuando lo ví me pregunté: ¿Se cuenta, entre esos crímenes, la ley antiadopciones que patrocinó y promovió la Unicef?

Digo…porque esa ley creó un monopolio centralizado que impidió que miles de niños no deseados, tuvieran una familia durante la recién pasada Navidad. ¿Cuénta, esto, como crímen?

Porque luego de esa ley, muchas madres de niños no deseados, en vez de poder darlos en adopción y valorar las vidas de sus pequeños, no tienen más opción que abandonarlos, o abortarlos. ¿Cuenta, aquello, como crímen?

A pesar de la ley antiadopciones, del cuello de botella, de los padres desesperados, de los niños abandonados, de los niños abortados y de la burocracia corrupta e inútil…siguen las adopciones ilegales. ¿Cuenta, esto, como crimen?

Muchos notarios, funcionarios de la Procuraduría General de la Nación y jueces que participaron en adopciones anómalas, o las aprobaron,  no son perseguidos, ni procesados; pero miles de niños están atrapados por una ley injusta.  ¿Cuenta, esto, como crimen?

La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala resultó ser un fiasco en materia de adopciones ilegales. ¿Cuénta, eso, como crimen?

Luego de ver los resultados de su ley antiadopciones, ¿pueden dormir tranquilos los funcionarios de la Unicef?


17
ene 11

Por lo menos 61 niños “claman al cielo”

Ayer nos enteramos de que, el año pasado, 56 niños fueron abandonados por sus padres.  Muchos de ellos son dejados en vías públicas y basureros, desnudos y a la intemperie.  Estos bebés, rechazados por sus padres, caen en manos de funcionarios y políticos.

Aquella cifra, de poquito más de un bebé cada semana, es de los que se tiene conocimiento.  Puedo suponer que si hay niños que son arrojados a la basura, o en los drenajes, de muchos de ellos nunca se llega a saber.

Este es el legado de la ley antiadopciones y de todos aquellos que la promovieron, la empujaron, y la defendieron: la Unicef, varias embajadas de países amigos, la comunidad oenegera, y Los Berger, entre otros.

Yo digo que a muchos de aquellos niños, su inicio en la vida sería menos triste si sus padres tuvieran la opción de ceder la patria potestad a cambio de dinero para cuidados prenatales y posnatales. Muchos de aquellos niños -con excepción de aquellos cuyos padres son verdaderos enanejados- comenzarían su vida en circunstancias menos ominosas, si sus padres no estuvieran entre la espada y la pared como consecuencia de la ley antiadopciones.

En lo que va de 2011 cinco niños han sido abandonados en la carrocería de un camión, en una caja de cartón y en la Catedral.  Y yo digo…si como sociedad vamos a seguir evadiendo la realidad de la ley antiadopciones…¿será que a la gente que abandona a sus niños no se le ocurre que si va a dejar tirado a su bebé es mejor dejarlo en una banca de la Catedral, que tirado entre la basura?

…ah, y a esta cifra, por cierto, hay que sumarle los 65 mil niños potenciales que son abortados cada año.


6
ene 11

Mejor en la catedral que en un basurero; pero…

Un bebé de cerca de 4 meses de edad fue abandonado en la Catedral; y, aunque parezca raro, a este pequeño le fue mejor que a Juan Pablo, que en diciembre pasado fue abandonado en un basurero.  Y a ellos dos les fue mejor que a los 65 mil niños potenciales que son abortados cada año en Guatemala.

Yo digo que, en buena parte, este es el legado de la ley antiadopciones; y que estas realidades pesan sobre las conciencias de quienes promovieron, patrocinaron e hicieron posible aquella ley ominosa.

Yo digo que si las madres que no quieren, o no pueden tener a sus hijos tuvieran la opción de ceder la patria potestad a cambio de dinero y cuidados durante y luego del embarazo, miles de vidas serían salvadas.  No digo que no hubiera gente ignorante, malvada o irresponsable que no aprovechara aquella opción; pero sin duda, menos niños terminarían en la basura (vivos, o muertos) si la ley antiadopciones no hubiera cerrado todas las puertas de salida.

Ahora, un monopolio centralizado y sospechoso administra todas las opciones.  Y como es un monopolio político, las decisiones que toma son de orden político.  Y usted ya sabe…

Y, mientras tanto, quedan para aquellos niños estos duros versos de Luis Eduardo Auté:

Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas.
Comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada
.


30
ago 10

¿Por qué muere asfixiada la hija de una niña?

El viernes pasado, una niña de 14 años le dijo a su madre que tenía un dolor fuerte de muelas y se metió al baño. Acto seguido, la niña parió y su bebé murió casi en el acto, asfixiada por su cordón umbilical. A mí, historias como esta me dejan triste por horas y horas.

Yo digo que cosas así se podrían evitar si los hijos tuvieran alguna confianza en sus padres. Cosas así se podrían evitar si los padres compartieran con sus hijos -sin prejuicios- información acerca de la vida sexual y de la reproducción. Se podrían evitar si padres e hijos tuvieran opciones como las de dar a sus bebés no deseados en adopción, principalmente si esta se pudiera acordar con anticipación y a cambio de dinero y cuidados para la madre potencial y para el fruto de su vientre en todas sus etapas.
Pero claro, a los padres ignorantes e irresponsables (que son los primeros llamados a educar); se les suman los tartufos que impiden que los maestros informen de la sexualidad y de la reproducción a los estudiantes que, de todos modos, son sexualmente activos voluntaria e involutariamente; y por ultimo, se le suma la ley antiadopciones que pone a las niñas/madres entre la espada y la pared obligándolas al aborto, o al embarazo secreto y sin cuidados.
A mí, historias como esta me dan rabia.

6
nov 09

Rodolfo Quezada y su instrumento para abortos

Rodolfo Quezada salió hoy en los diarios exhibiendo un instrumento impresionante para practicar abortos. Como muchos abortos ocurren porque las madres no desean hijos, ¿cuántos abortos no ocurrirían si se evitara la concepción? Si las personas que tienen sexo y no quieren tener hijos usaran condón, pues luego no tendrían que acudir al aborto. También se me ocurrió que, por impresionante que sea el instrumento que exhibe el Cardenal, seguramente es mejor que una sercha de alambre, o ese tipo de cosas que muchas mujeres desesperadas tienen que usar porque no pueden acudir a un médico y a instrumentos higiénicos y apropiados.

Si los jóvenes -desde antes de la edad en que ya pueden tener sexo- tuvieran acceso a información científica y confiable sobre enfermedades venéreas, las causas del embarazo, las responsabilidades que implica tener un hijo, y otras cosas parecidas, ¿cuántas vidas se salvarían? Y con esto no sólo me refiero a salvarlas de la muerte; sino a salvarlas de una condena en vida en el caso de que tengan hijos que no desean.
El Príncipe de la Iglesia sacó su instrumento para shockear; pero…ojalá que ponga a muchos a meditar.
La foto es de Prensa Libre, por Esbin García.

28
sep 09

Niños condenados a orfanatos y a la muerte

En 2007, antes de la aprobación de la ley antiadopciones, en Guatemala, unos 4728 niños guatemaltecos -sin padres, o no deseados- encontraron familias que los recibieron. El éxito de aquella ley infame, y el éxito de sus promotores, se mide ahora por el hecho de que en 2009 sólo 148 niños han sido adoptados.

¿Qué cree usted que ocurre con los niños sin padres y con los niños no deseados que ahora no son adoptados gracias a aquella ley y a sus promotores? ¿Dónde están esos niños? ¿En orfanatos? ¿En la calle? ¿Con sus padres que no los quieren? ¿A alguien ya se le ocurrió que si una madre no quiere tener un hijo y tampoco lo puede dar en adopción…seguramente lo que tendrá que hacer es abortarlo?
Según Elizabeth de Larios, presidenta del consejo antiadopciones, la nueva ley cerró una página negra para Guatemala. Empero, para los niños que ahora no pueden ser adoptados, para los niños que se han quedado sin la posibilidad de encontrar una familia, volúmenes y volúmenes de páginas negras están siendo escritas ahora mismo.
Cada niño que está en alguna institución, cada niño que ahora está en la calle -¡o cada niño cuyo cuerpo está en un basurero!- cada niño que está condenado a una familia que no lo ama, es una página negra escrita escrita por por todos los que apoyaron y promovieron la ley antiadopciones.
El consejo antiadopciones se jacta de que ha hecho disminuir las adopciones; como si condenar a miles de niños a no tener familias que los amen es algo de lo que se puede alardear con la conciencia limpia.
Herodes, en el infierno, debe estar aseando su apartadito para hacerse acompañar de todos aquellos que se regodean con las esperanzas aplastadas de los niños chapines que están a merced del Consejo y de esta ley desalmada.

7
mar 09

Los abortos son inquietantes

Yo digo que era de esperarse; si las mujeres que no pueden, o no quieren tener hijos quedan embarazadas (por cualquier motivo que sea), ¿que opciones tienen? Antes una de las opciones era la de dar al niño en adopción de una forma relativamente sencilla; pero ahora eso ya no se puede.

Y, entonces, ¿qué posibilidades quedan? Una es proceder a la adopción irregular (bajo de agua); la otra es abandonar al neonato en un lugar donde lo puedan cuidar, o en donde sea; y la otra es el aborto. Y como el aborto es ilegal, generalmente va a ser uno en condiciones no controladas. Usted ya sabe, acudiendo a alguien que se anime a hacerlo, con algún entrenamiento, o con ninguno; o bien, acudiendo a la técnica del gancho de ropa, y cosas parecidas.

Por eso comparto con los grupos de mujeres organizadas su inquietud por los 65 mil abortos que cada año ocurren en Guatemala. Yo me atrevo a suponer que si la mayoría de mujeres que no pueden, o no quieren criar al hijo que lleva en el vientre, tuviera una alternativa, preferirían no abortar. Pero claro, en eso no se pusieron a pensar ni la UNICEF, ni Wendy de Berger, ni los embajadores, ni los oenegeros que promovían la ley antiadopciones.

Ya fuera por racismo, o porque nunca entendieron que los abusos en las adopciones eran un problema de impunidad, o porque según ellos el dinero es la raíz de todos los males, lo que les importaba era que cesaran las adopciones. ¿Qué tal les parecen las consecuencias?

Digg!


26
nov 08

65 mil abortos, una carga macabra

Una carga macabra, de 65 mil abortos al año, pesa sobre UNICEF, sobre el Consejo Nacional de Adopciones, sobre Wendy de Berger, sobre muchos miembros del Cuerpo Diplomático y sobre los cómplices que promovieron la Ley Antiadopciones de Guatemala.

¿Cuantas de aquellas muertes hubieran podido ser evitadas?  Con la ley citada, la alternativa que le queda a una mujer que no desea tener a su hijo es disponer de él por medio del aborto. Antes, una mujer que no quería, o no podía echarse a cuestas la crianza de un niño podía buscarle una opción por medio de la adopción. Podía, incluso, tener un embarazo y un parto sanos si conseguía quien patrocinara la gestación, con la esperanza de adoptar.
Ahora, aquellas avenidas están cerradas; y aunque sin duda alguna hay formas ilegales de continuar haciendo lo que se hacía antes, lo cierto es que se ha criminalizado una actividad que evitaba muertes, y se ha arrinconado a muchas mujeres.   Especialmente a las más vulnerables por la pobreza, o por la ignorancia.
Claro que debe haber habido abusos, y seguramente hubo sinvergüenzas.  Pero, ¿por qué no están en prisión? ¿Por qué es que, a causa de una minoría de delincuentes, se condenó a miles de niños a la muerte, o a la horfandad?
65 mil abortos es la cauda macabra de la Ley Antiadopciones…y le apuesto a que se va a poner peor.

23
ago 07

Los obispos y el conservadurismo miope

La Conferencia Episcopal de Guatemala criticó el programa de atención posaborto, del Ministerio de Salud, porque aseguró que sienta las bases para facilitar los abortos clandestinos. La Iglesia Católica instó a las autoridades a que ejerzan más control sobre este programa, porque impulsa la capacitación de personal paramédico y comadronas en técnicas de aspiración para retirar restos de abortos.

¿Y qué quieren sus excelencias? ¿Que no se atienda a las mujeres que abortan? ¿Que se las deje a la mano de Dios? ¿Que no puedan extraer con un mínimo de higiene y de seguridad los restos de los abortos?

La actitud de la dirigencia católica me recuerda a la del conservadurismo chapín decimonónico que, cuando el presidente Manuel Estrada Cabrera inauguró el Asilo Joaquina, para madres solteras, alegaba que aquel era un promotor del bastardismo.

La ilustración es de http://www.ctv.es/USERS/acabiedes/gasaje/obispo.jpg


8
dic 06

Abortos y adopciones

En Guatemala, cada año, casi 22 mujeres necesitan tratamiento médico por complicaciones causadas por abortos provocados, dice una noticia. Muchas mujeres acuden a métodos y a personas que sólo les causan fuertes hemorragias y daños en la matriz. Aquellos métodos incluyen introducción de sondas, perchas y varas de metal. Una mujer que no quiere tener a su hijo, acude hasta a poner en riesgo su propia vida para deshacerse del feto. Esto no debería suceder y las mujeres deberían tener otras opciones.
Leo, también, que sectores interesados presionan para que el Congreso de la República se adhiera al Convenio de La Haya, véalo aquí, en inglés. Uno de los efectos de este convenio será que las adopciones tendrán que ser autorizadas sólo por jueces, para quitarlas, supuestamente, de las manos de los notarios. Yo pregunto: los jueces encargados, ¿serán el mismo tipo de juez que en Guatemala retrasa la justicia; falla con base en testigos falsos, o de dudosa credibilidad; y que constantemente estamos criticando por venales? Pregunto, también, ¿qué efecto tendrá ese cambio en las decisiones de las mujeres para las cuales dar un hijo en adopción es una opción frente al aborto?










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